La restricción de la movilidad, sumada a la ansiedad por el encierro que acompañan esta cuarentena hicieron que Lucía subiera ocho kilos en los últimos meses. Como ella, 47% de las y los mexicanos subieron de peso durante la actual crisis sanitaria, de acuerdo con la encuesta Alimentación, actividad física y ocio durante el confinamiento de la Universidad del Valle de México (UVM).
Los hábitos de consumo de las personas cambiaron durante la pandemia. Los 7 días previos a la entrevista, levantada en mayo de 2020, al menos la mitad de las y los mexicanos consumieron bebidas azucaradas, dulces y botanas, y 73% dijo haber ingerido grasas saturadas, registró la Encuesta nacional de características de población en la pandemia de COVID-19 del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Lo preocupante del aumento de peso en la cuarentena es que en México ya había 96 millones de personas con sobrepeso, padecimiento que está relacionado a 300,000 muertes cada año, por enfermedades cardiovasculares y la diabetes, de acuerdo con el INSP.
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“Es como cuando llueve sobre mojado. Con la pandemia, está subiendo la obesidad en una población ya de por sí obesa”, alertó Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, de acuerdo con Sin Embargo.
Gordofobia = discriminación por padecer sobrepeso
Desde la adolescencia y hasta ahora que tiene 30 años, Lucía ha escuchado que debe bajar de peso para verse “más bonita”, “para que tenga novio” y para estar sana. Su vida ha transcurrido entre dietas, medicamentos y fajas milagro para reducir la grasa, y discriminación por su sobrepeso. Lucía es víctima de gordofobia.
Con el aumento de peso, el rechazo hacia la gordura también puede crecer, lo que eleva el riesgo de sufrir discriminación.
“La gordofobia es un problema social que sigue perpetuando estereotipos. Afecta a nivel social por la discriminación ejercida y a nivel individual, pues las personas víctimas de ella pueden ver limitados sus derechos, su socializacion y desarrollo en general”, comenta Luz Nava, psicóloga cofundadora de la Colectiva Cuerpa.
De los mexicanos que alguna vez se han sentido discriminados (20% del total de la población), casi una tercera parte de ellos ha sufrido discriminación por su peso o su estatura, de acuedo con la Encuesta Nacional Sobre Discriminación (Enadis, 2017), del INEGI.
Algo similar se repite en CDMX, en donde el sobrepeso es la principal causa para sentirse discriminado, por encima de la vestimenta y el color de piel, según desagrega el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred), con base en la misma encuesta.
Con la pandemia por COVID-19 está situación se agravó. Ahora, uno de los requisitos para conseguir trabajo es no padecer hipertensión, diabetes u obesidad, pues las empresas no están contratando a personas que son parte de la población de riesgo, aunque esto sea un acto de discriminación, como documentó Animal Político.
Pero aunque la gordofobia se ha recrudecido por la crisis sanitaria actual, la discriminación contra las personas con sobrepeso remonta desde siempre. “Caemos en el error de definir a una persona por una sola característica. No odiamos la gordura, sino el significado que le damos, a menudo la asociamos con ser flojo, sucio, lento, entre otras”, nos explicó Rosa María Pérez Patrón, maestra en Derechos Humanos y activista.
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Un tema de salud pública
El 90% de los casos de diabetes están asociados con sobrepeso y obesidad. “Los pacientes que mueren por diabetes, es por complicaciones, como un coma hiperosmolar –nivel alto de azúcar en la sangre combinado con falta de agua y disminución de conciencia–, insuficiencia renal o por trastorno metabólico descontrolado”, la Dra. Beatriz Cárdenas, académica del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, en entrevista.
Desde antes de la cuarentena, la desigualdad social se consideraba como una de las principales causas por las cuales la gente comienza a padecer sobrepeso, explicó Miriam Bertrán Vilá, nutrióloga y antropóloga social, a Pie de Página.
“Quienes más sufren de riesgo de obesidad son los sectores socioeconómicos bajos. Para quienes es más difícil acceder a una alimentación saludable, tienen menos posibilidad de tiempo para dedicarse a preparar comida saludable”, apuntó Bertrán Vilá.
Nueve de cada 10 mexicanos consultados en la Encuesta nacional de características de población en la pandemia de COVID-19, admitieron que la principal causa para cambiar sus hábitos de consumo fue la falta de dinero o recursos a partir del confinamiento.
Los nuevos hábitos de consumo, la falta de ejercicio y la limitada movilidad, más la pérdida de empleos, han ocasionado que un problema que ya era grave, como el sobrepeso, continúe creciendo en medio de una pandemia en la que las principales comorbilidades (enfermedades asociadas) son la hipertensión, la diabetes y la obesidad.
La gordofobia legitimada
Las maneras en las que se puede manifestar la gordofobia son variadas, en la mayoría de los casos se trata de conductas sutiles que al estar naturalizadas, son difíciles de notar. La importancia de estas actitudes se encuentra en el significado que le damos a la gordura, muchas veces lo que se busca es culpabilizar a las personas por su peso o su condición, explica Pérez Patrón.
“La gordofobia se manifiesta desde comentarios hasta la forma en la que se representa en los medios de comunicación y por el mismo Estado”, nos dice Pérez Campos. Recordemos que en noviembre, el gobierno federal lanzó la campaña nutricional¿Qué te estás ‘tragando’?, que activistas y expertos han pedido suspender, pues reproduce estereotipos, rechazo y burlas contra las personas con sobrepeso, como documentó el medio digital Animal Político.
“Con estas acciones lo que nos están diciendo es ‘se lo buscaron por gordos’ y hace creer a estas personas que son desechables o que algo está mal con ellos”, explica Pérez Campos.
Sin embargo, escuchar opiniones, sobretodo mal intencionadas, genera problemas de seguridad, autoestima e, incluso, puede ocasionar que una persona desarrolle algún trastorno alimenticio como bulimia o anorexia, advierte Luz Nava, psicóloga cofundadora de la Colectiva Cuerpa.
Lo que no se nombra no existe, la gordofobia es real y afecta la vida de miles de personas que son discriminadas por una sola característica, el ser gorda. Se le castiga por ello, ya sea en lo social, e incluso en la parte médica ¿Alguna vez lo habías cuestionado?
