Los chapulines que brincaron a Morena: sin convicciones pero con posibilidades de ganar

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Antes se les decía chapulines a los políticos que brincaban de un cargo a otro. Saltaban de diputado a senador. Ahora se les dice así a quienes brincan de un partido a otro sin importar si comulgan o no con sus ideas, porque el chiste es ganar la próxima elección.

Por ejemplo, el panista Xavier Nava es presidente municipal de San Luis Potosí desde 2018 y, tres años después, el también ex perredista ya renunció al PAN luego de quedar fuera de la carrera rumbo a la gubernatura. Ahora busca reelegirse en la capital potosina con Morena.

“Tenemos que irle a ganar al partido del presidente, a Morena y a sus aliados que son una porquería, porque no podemos permitir que se apoderen de San Luis”, dijo Nava cuando era pre candidato del PAN a la gubernatura de esa entidad.

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De acuerdo con el politólogo Jorge Márquez, este ejemplo exhibe a una clase política que no tiene convicciones y también muestra que en Morena no importa cual es el pasado de sus personas candidatas, siempre y cuando tengan chance de ganar. 

La marca Morena

Márquez, quien es doctor en Ciencia Política por la UNAM, opina que la alianza entre PAN, PRI y PRD sí los hizo más competitivos frente a Morena, pero también provocó algunas fracturas.

Para los militantes de estos partidos “otra vez había oportunidad de ganar o al menos posibilidad de competir. El problema es que, en la medida en la que tienes la alianza, las candidaturas se dividen entre tres y tienes que ir decepcionando a algunos”, dijo Márquez.

A esto hay que añadir que en Morena tienen más posibilidades de vencer, según el experto, porque es “una marca más fácil de vender”, y además reciben a cualquier persona que pueda ganar elecciones, “desde evangélicos hasta ex guerrilleros”, siempre y cuando “entren a la maquinaria de Morena y se sometan a lo que diga el presidente”.

Para Márquez, algunos de estos brincos hacia Morena resultaron fallidos, como Luis Walton en Guerrero, que dejó Movimiento Ciudadano para buscar la gubernatura con el partido oficial pero perdió frente al polémico Félix Salgado Macedonio

Otro caso es el de Mónica Rangel en San Luis Potosí, quien todavía el año pasado era funcionaria en el gobierno del priista Juan Manuel Carreras y en enero de 2021 se convirtió en candidata de Morena al gobierno de ese estado. 

A pesar de ese cambio, Rangel tiene muy pocas posibilidades de vencer a Ricardo Gallardo, quien irónicamente encabeza la coalición Juntos Haremos Historia del Partido Verde y PT.

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El pasado de las y los candidatos de Morena

A pesar de las críticas del presidente al PRI, PAN y PRD, de las 15 candidaturas a gobiernos estatales en juego, Morena solo postuló a una mujer que no tiene antecedentes en esos otros partidos. Se trata de Marina Ávila que busca gobernar Baja California.

Layda Sansores, que va por Campeche, es ex priista, ex perredista y ex Movimiento Ciudadano; Lorena Cuéllar, que va por Tlaxcala, es ex priista y ex perredista; Indira Vizcaíno (Colima), es ex perredista; mientras que Clara Luz Flores (Nuevo León) y Mónica Rangel (San Luis Potosí), son ex priistas.

Alfonso Durazo, es candidato de Morena a Sonora pero antes fue priista, panista y perredista. David Monreal, hermano del senador Ricardo Monreal, va por Zacatecas y es ex priista, ex perredista y ex PT. Miguel Ángel Navarro (Nayarit), también es ex priista y ex perredista. 

Félix Salgado Macedonio, acusado de abusar sexualmente de varias mujeres y candidato de Morena a la gubernatura de Guerrero, también tiene su pasado como perredista, al igual que Rubén Rocha Moya, candidato de Morena al gobierno de Sinaloa y quien contendió por la misma gubernatura con el PRD en 1998.

Más ejemplos de ex perredistas: Víctor Manuel Castro (Baja California Sur), Raúl Morón (Michoacán), Celia Maya (Querétaro) y Juan Carlos Loera (Chihuahua). 

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Hay de chapulines a chapulines

Como Morena nació apenas en 2014, se entiende que sus principales figuras tengan pasado en otros partidos políticos.

Sin embargo, hay que señalar que algunas personas se cambiaron a Morena específicamente para contender por las elecciones de 2021, por lo cual Jorge Márquez explica que esto no significa que ahora comulguen con el partido oficial, sino que se están utilizando para ganar.

“Son personas que sienten que los dejaron fuera a pesar de tener chance de ganar. Es gente con aspiraciones, con fuerza probada, que ha trabajado en una base, pero se sienten fuera de las negociaciones”, dijo Márquez.

Además del caso de Mónica Rangel en San Luis Potosí, el caso más notable es el de Clara Luz Flores, quien renunció al PRI apenas el 10 de febrero de 2021 y ahora es la candidata de Morena al gobierno de Nuevo León.

“Es una mujer con un gran recorrido como priista, con un marido priista, y que decide pasarse Morena a pesar de que ella sí era considerada por la alianza opositora. ¿Puedes ganar en donde para nosotros está dudoso? Pues bienvenida”, dijo el experto.

El politólogo señala que estos casos también están ocurriendo rumbo a diputaciones y alcaldías. Como el caso de Julio César Moreno, ex perredista alcalde de Venustiano Carranza, cuya estructura ahora está al servicio de Morena.

Otro ejemplo es el del ex panista Víctor Fuentes Solís que este año se pasó a Morena para contender por la alcaldía de Monterrey.

“No hay interés por mejorar esos estados, distritos o alcaldías. Con tal de ganar la elección se pasan a Morena, aunque saben que entran a una maquinaria en la que van a tener que subordinar completamente su estado, distrito o alcaldía a las indicaciones de Palacio Nacional y, si es necesario, hasta quedarse callados”, concluye Márquez.

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