Un día después de que la reforma eléctrica fue desechada en la Cámara de Diputados, al no alcanzar la mayoría calificada de votos de las y los legisladores, este 18 de abril el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que enviará al Congreso de la Unión su iniciativa de reforma constitucional en materia electoral.
En la conferencia matutina de este 18 de abril, el presidente reafirmó que sus iniciativas de reformas constitucionales tanto electoral como la de la Guardia Nacional siguen adelante porque “es un asunto de principios”.
Pidió no adelantar expectativas sobre el voto de los partidos de la oposición, “pues vamos a esperarnos, no nos adelantemos. Pueden cambiar de parecer, hasta las piedras cambian de modo de parecer”.
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Marko Cortés, presidente del PAN, respondió a estas declaraciones del presidente y afirmó que la oposición parará la “autócrata” reforma electoral del presidente, igual que detuvo la reforma eléctrica.
“Vamos a impedir los caprichos y las ocurrencias del presidente, vamos a tener una contención constitucional”, afirmó el panista en conferencia de prensa virtual, en la cual adelantó que el PAN presentará una contrapropuesta electoral.
Como la reforma eléctrica, la iniciativa de reforma electoral necesitará de una mayoría calificada de 334 votos en la Cámara de Diputados para ser aprobada, de no alcanzar estos votos será desechada, al tratarse de cambios a la Constitución Política de México.
Pero ¿qué sabemos de la iniciativa de Reforma Electoral?
Desde el 30 de marzo pasado, el presidente informó que después de la consulta por la Revocación de Mandato presentaría su reforma electoral.
Aunque todavía no lo hace, adelantó que su propuesta consistiría en que la ciudadanía elija por voto directo a quienes serán consejeros, consejeras, magistrados y magistradas del Instituto Nacional Electoral (INE) y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), respectivamente.
El objetivo, dijo el presidente, es consolidar la democracia y que “el pueblo elija a los jueces, que se propongan como candidatos a ser consejeros y a ser magistrados a gente con vocación democrática y de inobjetable honestidad”.
La reforma electoral también incluiría disminuir o eliminar a las diputaciones y senadurías electas por representación proporcional, es decir, las plurinominales. Así como, abaratar el costo de operación del INE.
Consultamos a especialistas en temas electorales y coincidieron en que estos puntos que conocemos de la propuesta de reforma electoral del presidente no fortalecerían la democracia.
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Reforma Electoral de AMLO debilitará la democracia
“Eliminar plurinominales y someter a elección a la autoridad electoral son terribles propuestas”, consideró Rodrigo Salazar Elena, profesor-investigador y coordinador del Laboratorio de Métodos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en México (FLACSO-México).
El especialista nos expuso que aunque suena muy democrático elegir a consejeros y magistrados, el problema de la propuesta está en que las candidaturas las proponen los tres Poderes de la Unión (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). Entonces, van a competir 60 personas desconocidas, por tanto, las candidaturas del Ejecutivo serán apoyadas mayoritariamente por la ciudadanía que esté con el presidente.
Por esto, Salazar Elena opinó que “la propuesta del Ejecutivo es atroz. ¿Qué va a ser el Ejecutivo? Llenar su lista con 20 personas incondicionales. ¿Qué se consigue por ese camino? Una autoridad electoral que no va a ser imparcial”.
Para la doctora en Ciencias Políticas Karolina Monika Gilas, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM e integrante del Observatorio de Reformas Políticas de América Latina, la idea de elegir por voto popular a las autoridades electorales no contribuiría a fortalecer nuestra democracia, sino que la debilitará.
Porque en las democracias se busca que las autoridades electorales sean lo más independientes e imparciales posible. Para ello, suelen establecerse mecanismos complejos de designación, como el que existe actualmente en nuestro país, indicó la experta.
En México existe un proceso público de revisión de los perfiles, con entrevistas y escrutinio que pretende garantizar conocimientos y expertise de las personas que van a dirigir esas instituciones -al INE y al TEPJF-, nos explicó.
Además, este proceso también obliga a las fuerzas políticas a generar consensos amplios, más allá de quien gobierne, precisó.
Pero al sustituir todo esto por una elección popular se estaría exponiendo a un fenómeno contrario, a una mayor politización de estos órganos, ya que “es difícil pensar un contexto donde las personas hagan las campañas desvinculadas de los partidos políticos”, dijo.
Igualmente, la abogada especializada en derecho electoral Mariana Calderón, integrante del Observatorio de Reformas Políticas de América Latina del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, nos comentó que el hecho de que las y los consejeros electorales puedan ser electos por la ciudadanía podría generar un desgaste y una polarización social mayor.
Esa propuesta no va a garantizar la eficacia, independencia e imparcialidad de las y los consejeros. Tampoco garantizará que el INE siga siendo un órgano técnico, cuya función es poner el piso parejo para todos los partidos.
Recordó que el INE está conformado por 11 consejeras y consejeros que fueron designadas y designados a través de un procedimiento regulado a nivel constitucional, que busca garantizar que son personas que cuentan con las herramientas, conocimientos técnicos y que no tengan vínculos partidistas.
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Reducir diputaciones plurinominales
La propuesta de reducir o eliminar las diputaciones plurinominales, aunque aparece cada sexenio, tampoco es una buena idea, porque solo facilitaría a los partidos políticos lograr un dominio más amplio del Congreso, consideró Karolina Gilas, integrante de la Red de Politólogas.
La ruta de la consolidación de la democracia mexicana apunta a lo contrario: reducir las mayorías y garantizar mayor representatividad y pluralidad en la integración de la Cámara de Diputados y del Senado, indicó.
La doctora Gilas consideró que si se busca una reducción del número de legisladores en ambas cámaras, lo mejor es reducir el número de escaños de mayoría relativa y de representación proporcional en la misma medida, para que se preserven los principios de pluralismo y representatividad en la composición final.
“La idea de eliminar plurinominales solo serviría para generar mayorías artificiales al partido en el Gobierno”, coincidió el investigador Rodrigo Salazar.
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¿Es necesaria una reestructuración del INE y del TEPJF?
“No estoy segura si la reforma electoral es necesaria para que la democracia funcione mejor. El esquema está funcionando suficientemente bien. Nuestras autoridades electorales son reconocidas mundialmente como una de las más profesionales, más objetivas”, dijo Karolina Gilas.
Quizá habría que ir pensando en la simplificación de algunas reglas electorales, por ejemplo sobre las temporalidades de las campañas y en eficientar el gasto público, “las autoridades podrían buscar maneras de gastar mejor en su organización interna”, pero para esto no se necesita cambiar las estructuras por completo, precisó Gilas.
Mariana Calderón señaló que el actual modelo electoral puede mejorarse, pero una cosa es fortalecer a las instituciones y otra muy diferente es modificar la estructura, cambiarla radicalmente e incluso ir en contra de los principios de conformación de las autoridades electorales.
Finalmente, la experta consideró que las instituciones electorales vigentes son las que han permitido que exista alternancia democrática en México, “este Gobierno llegó al poder gracias al establecimiento y la existencia de mecanismos democráticos, de instituciones fuertes, sólidas y firmes que hicieron que pudiera haber un cambio de gobierno, con un partido que no había gobernado”.
