El programa Sembrando Vida causa deforestación y priva de mano de obra al sector turístico

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Además de incumplir con sus objetivos de evitar la deforestación y mejorar las condiciones de vida de la gente dedicada al campo, el programa federal Sembrando Vida -creado en el actual sexenio- afecta al mercado laboral en zonas turísticas del país, pues ha provocado la falta de mano de obra para impulsar el desarrollo de este sector.

Así lo dijo el economista y abogado Miguel González Compeán, quien nos platicó que en Puerto Escondido, Oaxaca -donde él reside-, el programa Sembrando Vida ha generado que la gente que vive en las zonas rurales aledañas a ese centro turístico dependa en exclusiva de los $5,000 pesos al mes que les da el gobierno federal, y ya no busquen un empleo formal en la industria turística de la región.

El también ex asambleísta del entonces Distrito Federal apuntó que en su conferencia mañanera de este 26 de junio de 2023, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador resaltó el crecimiento turístico en Puerto Escondido.

“(Pero) aquí tenemos un problema: la necesidad de mano de obra y de mejoría de las condiciones de vida de las personas que viven en los alrededores, en la sierra cercana; sería buenísimo, pero como Sembrando Vida les da a los campesinos un dinero, entonces ya no baja la gente a trabajar”, lamentó el maestro en Planeación y Desarrollo, Miguel González Compeán.

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Programa “limitado”

De acuerdo con el gobierno federal, Sembrando Vida es un programa de la Secretaría de Bienestar que “busca contribuir al bienestar social de sembradoras y sembradores a través del impulso de la autosuficiencia alimentaria, con acciones que favorezcan la reconstrucción del tejido social y la recuperación del medio ambiente, a través de la implementación de parcelas con sistemas productivos agroforestales”.

Según los objetivos del programa, se busca atender la pobreza rural y la degradación ambiental. Así, lo que hace es “rescatar al campo, reactivar la economía local y la regeneración del tejido social en las comunidades”.

A través del programa se da un subsidio al cual pueden acceder los propietarios de 2.5 hectáreas que estén deforestadas. El subsidio incluye, además del apoyo económico y semillas, entre otros recursos, reuniones entre beneficiarios y funcionarios para decidir qué plantas y árboles se van sembrar.

Sin embargo, especialistas han advertido sobre las limitaciones de Sembrando Vida e incluso han dicho que es contraproducente. Por ejemplo, Omar Felipe Giraldo, profesor de la Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad Mérida de la UNAM señaló en un artículo que se identificaron deficiencias que hacen que el programa incumpla sus metas y tampoco resuelva los desafíos del campo mexicano.

“El programa no ha llegado a favorecer la reforestación del país, sino que se ha notado que alrededor de 72,830 hectáreas se perdieron debido a Sembrando Vida, ya que para obtener el beneficio, algunos propietarios deforestaron sus terrenos”, explicó el académico en el Blog del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

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En tanto, otros expertos indicaron que las metas del programa están lejos de cumplirse debido a un diseño mal ejecutado, el cual privilegia la dispersión de recursos económicos que no reducen las desigualdades sociales, ni ayudan a recuperar los bosques.

En un reportaje reciente, Roberto Molina, impulsor de la reserva de la Mariposa Monarca en Michoacán, criticó que el programa -de naturaleza forestal– sea otro subsidio incluido en la etiqueta del Bienestar, como los bancos y las becas para estudiantes o adultos mayores.

En la misma investigación, Julio Santoyo, integrante del Consejo de Ecología de Michoacán, dijo que Sembrando Vida no resuelve los principales problemas ambientales en el estado, pues no fue planeado para restauración forestal, reforestación, recuperación de ecosistemas o cuidado del agua.

El ecologista abundó que en materia social, $5,000 pesos al mes son insuficientes contra la pobreza y tampoco generan arraigo a la tierra, pues en Michoacán -afirmó- los indicadores de migración son los mismos desde hace décadas.

Clientelismo

El también politólogo Miguel González Compeán nos explicó que Sembrando Vida “pervirtió su objetivo” al solo dar dinero para sembrar árboles: “el programa tiene un pecado, que es el de generar la deforestación para sembrar otras cosas”. El experto precisó que en Oaxaca se fomenta la siembra de árboles de maderas preciosas “en donde en teoría ya no había”.

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“Las maderas preciosas tardan mucho en crecer; entonces, si alguien le va a pagar a otra persona para sembrar estas maderas preciosas o tropicales, tiene que ser una cosa de muy largo plazo, porque los árboles maderables tardan entre 10 y 15 años en ser sujetos de explotación”, añadió el maestro en Macroeconomía por la London School of Economics.

“Crear un programa que va a resolver cosas en el corto plazo es una mala idea, porque esos árboles crecen en mucho tiempo y si uno tiene un pedazo de tierra y lo tiene cubierto de árboles, pues lo que hace es cortarlos para ser sujeto del programa”, nos dijo González Compeán.

El ex funcionario en la Secretaría del Trabajo federal apuntó que Sembrando Vida ha generado clientela corporativa o electoral de Morena, además de provocar -insistió- una “distorsión brutal en el mercado de trabajo porque la gente prefiere quedarse en su casa con $5,000 pesos que salir a buscar mejores alternativas laborales”.

“Es una manera de no procurar la mejoría de la gente, de que se queden en su lugar haciendo lo que puedan a la suerte de lo que el gobierno les dé”, concluyó.

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