“Sin procesos electorales transparentes y confiables no hay democracia”: Jacqueline Peschard

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En México no existe una cultura política propiamente democrática y no se valora en su justa dimensión la labor que han hecho organismos como el Instituto Nacional Electoral para garantizar el desarrollo libre y limpio de elecciones, por lo que el Plan B de la reforma electoral es regresivo, nos aseguró Jacqueline Peschard.

En entrevista con Cuestione, la ex consejera del entonces Instituto Federal Electoral, nos explicó que la reforma impulsada por el Ejecutivo afecta la operatividad del INE, lo que repercutirá en los comicios que se lleven a cabo bajo esta nueva y modificada ley electoral.

“La democracia es más que el INE, pero sin procesos electorales transparentes, confiables y competidos no hay democracia”, nos dijo.

Agregó que “La democracia no se reduce a la democracia electoral, no se reduce al organismo encargado de organizar las elecciones, de administrar las elecciones, de dar los resultados, no se reduce a eso, pero sin eso, no hay democracia”.

La académica de la Universidad Nacional Autónoma de México y ex comisionada presidenta del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública advirtió que las elecciones corren riesgo si el gobierno y no un organismo autónomo se encarga de realizarlas, lo que sería volver a la década de los ochenta, cuando el gobierno central se encargaba de organizar las elecciones y contar los votos.

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Peschard recordó que la construcción del entonces Instituto Federal Electoral fue resultado de luchas por la democracia y movilizaciones de la sociedad que exigían claridad y certidumbre en la contienda electoral. 

“Perder al INE, perder la estructura de operación del INE, pues es perder prácticamente más de 30 años de reformas electorales, de procedimientos para mejorar la competencia, para mejorar la transparencia”, nos dijo.

La ex consejera del IFE nos explicó que el Plan B tiene una serie de elementos que afectan la operación básica y territorial de lNE, sobre todo en lo concerniente al levantamiento del padrón y a la recepción de votos, pues indica que no se instalarán en todo el país módulos de atención ciudadana para otorgar credenciales por ser costosos. En lugar de eso señala que la ciudadanía obtendrá este documento en oficinas gubernamentales. 

En opinión de la experta la reforma electoral del ejecutivo también limita la capacidad de instalar alrededor de 16,500 casillas en una jornada electoral federal, pues de cinco funcionarios en cada uno de los distritos elimina cuatro, por lo que solamente uno estaría a cargo de hacer todo el trabajo territorial y  todas las tareas que implican colocar las casillas en un sitio adecuado. 

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“Todo lo que es esa operación permanente que hace el Instituto Nacional Electoral como instancia autónoma del gobierno, pues ahora lo que pasa es que se deja totalmente deformada, la deja sin estructuras, sin posibilidad de hacer ese levantamiento, ni padrón, ni identificación de los lugares donde van las casillas. Merma de manera muy clara la capacitación de los ciudadanos que van a ser funcionarios de casilla”, nos comentó.

El riesgo de esto, advirtió, es que unas elecciones puedan ser anuladas simplemente porque no se instalaron correctamente las casillas contempladas en la ley. 

Sobre la cultura política democrática y las aseveraciones del consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, quien en una entrevista para El País afirmó que la democracia no está en el ADN de la sociedad mexicana, Peschard coincidió.

Para ella, la tradición democrática en México lleva menos de 30 años, por lo que para que se consolide una cultura política democrática es necesario que la democracia perdure. Un ejemplo de que falta la cultura de la democracia es la desconfianza hacia las elecciones y el conteo de votos, como cuando se invoca un fraude sin presentar pruebas.

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“Todavía no construimos un ADN democrático. Parece que no valoramos en su justa dimensión todas las tareas que implica tener elecciones limpias y a la menor provocación pensamos que si alguien dice, y sobre todo es el presidente de la República, que hay que hay fraude, lo hay”, declaró.

Peschard defendió la labor del INE al afirmar que es la institución encargada de organizar las elecciones y contar los votos, pero nada tiene que ver con prácticas como el clientelismo electoral o la compra de votos, pues castigarlas no forma parte de sus facultades. 

Cuestionada sobre el argumento del costo del INE, la académica señaló que esto se debe a que fue necesario implementar toda una serie de candados para garantizar la realización de elecciones libres. 

“Muchos recursos. Sí, son muchos recursos, pero son el costo de la desconfianza en la estructura que teníamos cuando teníamos un solo partido hegemónico en México”, concluyó.

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