La renuncia del magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Reyes Rodríguez, lejos de resolver la crisis interna en el TEPJF, podría derivar en que no haya “piso parejo” y un árbitro imparcial que castigue la intervención de los gobernantes en las elecciones de 2024, advirtieron analistas y personajes políticos.
La noche del 11 de diciembre de 2023, Rodríguez acordó presentar su renuncia a la presidencia del TEPJF con efecto a partir del próximo 31 de diciembre, por lo que el cargo vacante se renovará en enero de 2024. El magistrado fue electo presidente en septiembre de 2021 y presidiría el tribunal hasta octubre de 2024, tras calificar la próxima elección presidencial y del Congreso de la Unión, entre otros procesos electorales locales.
La dimisión se dio tras una semana de intensas presiones por parte de los magistrados Mónica Soto, Felipe Fuentes y Felipe de la Mata, quienes exigieron a Rodríguez dejar el cargo al acusar presuntas irregularidades en su gestión –contratación injustificada de personal e intervención de un despacho privado de abogados, entre otras-, así como por su “debilidad en el manejo de la institución” y su “sometimiento a intereses ajenos al tribunal”.
“Ha sido una gran responsabilidad estar al frente del TEPJF y, por ello, es mi deber poner fin a la incertidumbre sobre mi permanencia en la presidencia”, escribió Reyes Rodríguez en sus redes sociales.
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“Interés por controlar al TEPJF”
“Es muy lamentable que por una crisis interna, Rodríguez haya decidido ceder a las presiones y renunciar con anticipación, sobre todo porque estaba pensado que le correspondía estar al frente del tribunal durante el proceso electoral de 2024”, nos expresó la ex legisladora federal Martha Tagle.
La también consultora en temas de género y derechos humanos consideró que detrás de esta crisis en el TEPJF hay “intereses para controlar a la institución en un momento tan importante, como ha pasado en el INE y otras instancias, donde la intención del presidente (Andrés Manuel López Obrador) o del partido en el gobierno (Morena) ha sido desaparecerlas o minimizarlas a través de reformas”.
Aunque descartó una “estrategia maquiavélica” del gobierno federal para provocar esta crisis en el TEPJF, Tagle nos recalcó que Morena puede aprovechar esta confrontación entre las y los magistrados electorales “para buscar controlar a la institución”.
“Una de las grandes cosas en las que se ha batallado (desde la sociedad civil y la oposición) es que haya ‘cancha pareja’, que los gobiernos no se metan en las elecciones, y todo esto estaría en entredicho al no tener un árbitro (el TEPJF) que les diga: ‘oye, tú no te puedes meter de esa manera en el proceso’”, abundó la integrante de la Red Mujeres en Plural, una agrupación civil que impulsa los derechos políticos de las mexicanas.
¿Sesgos partidistas?
Entre los personajes políticos que reaccionaron de manera más airada tras el anuncio de la renuncia de Reyes Rodríguez está el ex presidente Felipe Calderón, quien en su cuenta de X escribió que el aún magistrado presidente fue sometido a una “extraordinaria presión política” para obligarlo a dimitir.
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“La magistrada (Mónica) Soto es de probada lealtad a Morena y al presidente (López Obrador), pero no a la democracia. Lo sabemos muy bien… si cae la presidencia del tribunal en manos del gobierno, toda la elección se pone en riesgo. No hay que permitirlo”, alertó el ex mandatario.
En este punto es de recordar que en agosto de 2023, López Obrador vinculó al magistrado Reyes Rodríguez con Calderón al señalar su molestia por sanciones impuestas en su contra por parte del TEPJF. “Aclara mucho si el señor presidente (Reyes Rodríguez) trabajó con Calderón, (como) coordinador de asesores en 2011, pues cómo no me va a estar sancionando”, dijo el mandatario en su conferencia mañanera del 18 de agosto de 2023.
Al respecto, el propio presidente del TEPJF escribió y publicó un documento en sus redes sociales, este 12 de diciembre de 2023: “mis decisiones no tienen colores, su única brújula es la Constitución y las leyes electorales. Las sentencias hablan por mí”.
Igualmente, durante esta crisis en el tribunal se cuestionó a la magistrada Mónica Soto por reunirse con el diputado morenista Sergio Gutiérrez Luna, pues despertó las sospechas de un posible pacto con el partido oficial para que ella sea la próxima presidenta del TEPJF. Sin embargo, Soto negó un supuesto acuerdo de ese tipo y descartó su intención de encabezar el órgano electoral.
Con este contexto, Martha Tagle nos recordó que desde 2016 (en el sexenio anterior), cuando se configuró la actual Sala Superior del TEPJF con sus siete integrantes -hoy están dos puestos vacantes-, hubo un “problema de origen” al darse acuerdos políticos entre PAN y PRI para reformar la ley y ampliar los periodos de gestión de cuatro magistrados.
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“Desde su origen, la Sala Superior ha sido muy problemática; además no es la primera vez que se orilla a renunciar a uno de sus presidentes. Digamos que en este caso tiene razón de alguna manera el presidente López Obrador, pues estos órganos se integraban por ‘cuotas y cuates’”, añadió la también política feminista.
¿Por qué debe preocuparnos lo que pasa en el TEPJF?
Tagle nos dijo que a la ciudadanía debe preocuparle esta crisis en el Tribunal Electoral, ya que fue justamente la sociedad civil la que impulsó este tipo de instituciones para que hubiera un árbitro ajeno al gobierno, que resolviera los conflictos electorales a través de procesos jurisdiccionales, y que al final pudiera calificar las votaciones.
“Quizá ahora muchas personas no recuerden que anteriormente el que era el partido en el gobierno (el PRI, durante 70 años) calificaba la elección presidencial, a través de la Secretaría de Gobernación. Por eso justamente se creó el TEPJF para superar esa etapa del viejo régimen de partido hegemónico”, explicó la ex diputada federal y ex senadora.
Además, la experta insistió sobre el riesgo de que el tribunal se preste a que el gobierno lo controle, sobre todo ante una posible elección reñida en 2024: “ya estamos viendo ilícitos como la participación de los gobiernos federal y estatales; todo el dinero que están metiendo. Esto lo tendría que estar resolviendo el tribunal, pero si no se mete o toma un papel parcial, pues estaría dejando que las cosas se inclinen de un lado o hacia el otro”.
En ese sentido, Martha Tagle nos manifestó su preocupación por la integración de dos bloques al interior del TEPJF -uno de ellos mayoritario-, lo que podría inclinar la balanza de manera parcial en las próximas elecciones. “Creo que quien llegue a la presidencia del tribunal (en enero de 2024) lo hará con muy poca legitimidad, sobre todo por cómo se está dando la crisis interna. Cualquiera que llegue lo va a hacer con un desgaste tremendo”, concluyó.
