El periodista ecuatoriano Kleber Aranda tiene muy claro cuándo comenzó la violencia en su país, que pasó de ser uno de los lugares más tranquilos de América del Sur, con una tasa de 10 homicidios por cada 100,000 habitantes en 2020, a un país donde la tasa alcanza ya los 40 asesinatos.
Desde hace al menos cinco años organizaciones criminales comenzaron a expandirse y a acumular poder, particularmente en Guayaquil, la capital económica de Ecuador y puerto del que salen las rutas de narcotráfico hacia Norteamérica y Europa, nos explicó en entrevista.
“Ha sido un cambio radical lo que Ecuador ha sufrido, no en los últimos días, sino en los últimos años. La verdad, el desarrollo y el incremento de grupos del crimen organizado se han desarrollado de manera muy rápida en Ecuador y lamentablemente, al momento podemos ver que han tomado el control de varias instituciones en muchos sentidos”, nos dijo.
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Por su ubicación geográfica, Ecuador ha emergido como un corredor clave para el tráfico de drogas. La presencia de cárteles y organizaciones criminales ha generado conflictos territoriales y luchas por el control de rutas de narcotráfico, exacerbando la violencia en algunas regiones.
“Hasta hace unos cinco o seis años, Ecuador era un país que lo utilizaban únicamente como parte del tránsito de la droga para la salida hacia el Pacífico y pues desde allí, para los envíos hacia diferentes partes del mundo. Principalmente lo utilizaban con rutas marítimas para enviar droga a los Estados Unidos y los puertos para el envío a Europa”, nos comentó.
“Pero al momento del ingreso de varios carteles, principalmente de los dos carteles más importantes de México, que se han vinculado a diferentes organizaciones, entonces Ecuador no es solamente un país de tránsito. Esto ha generado el conflicto entre estos grupos delictivos que buscan tener el control absoluto”.
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Este aumento en los índices de violencia ha afectado a comunidades urbanas y rurales por igual, nos dijo. El gobierno de Ecuador afirma que 8,008 personas perdieron la vida a causa de la violencia en 2023, más del doble que el año anterior.
Violencia en vivo y en directo
El noticiario de mediodía del canal TC Televisión comenzaba su última hora de transmisión cuando se escucharon los primeros disparos en el edificio. Eran las 14:15 horas y los presentadores Jorge Rendón y Vanessa Filella estaban en el estudio. Ahí irrumpieron a punta de pistola más de una decena de jóvenes encapuchados, armados con metralletas, rifles de asalto y dinamita.
Apenas ingresaron, los criminales hicieron que todo el personal se tirara contra el piso y preguntaron por Stalin Baquerizo, uno de los periodistas que participa en la emisión. Al no encontrarlo, levantaron al periodista José Luis Calderón, lo encañonaron con una escopeta, le metieron unos cartuchos de dinamita en el saco y lo obligaron a dar un mensaje a la Policía: no entren. Todo ocurrió en vivo y en directo.
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Durante media hora los criminales, que decían ser de la banda de Los Tiguerones, retuvieron a las personas que estaban en el estudio, las amenazaron, las patearon y les apuntaron las armas en la cabeza.
Después llegó la Policía. Al escuchar los helicópteros, los delincuentes intentaron escapar y llevarse a rehenes consigo, pero finalmente se entregaron. Las autoridades detuvieron a 13 personas, las cuales están acusadas de terrorismo.
La chispa que inició el incendio
Cuando esto ocurrió el pasado martes, Ecuador ya llevaba algunos días sumido en la violencia con atentados de coches bomba, autos calcinados y tiroteos. Todo comenzó con la captura de Fabricio Colón Pico, miembro de la banda Los Lobos.
El pasado 5 de enero el criminal fue detenido y encarcelado en la prisión regional de Ríobamba, acusado del delito de secuestro. Esto desató motines simultáneos en varias prisiones ecuatorianas.
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Desde la cárcel, Colón Pico difundió un video en el que responsabilizaba de cualquier cosa que le ocurriera al presidente Daniel Noboa y a la fiscal Diana Salazar, quien lo señaló como autor intelectual de un plan para asesinarla durante una audiencia del caso Metástasis, que investiga los nexos entre narcotraficantes y políticos de Ecuador.
Mientras tanto, en las calles se organizaban protestas frente a cárceles y edificios gubernamentales en las que los manifestantes exigían que Colón Pico no fuera trasladado al penal de máxima seguridad de La Roca; también hubo atentados, secuestros de policías y asesinatos de manera simultánea en distintas ciudades de Ecuador.
El 8 de enero, el líder de Los Lobos y 38 reos más se fugaron del penal.
Un dia antes, autoridades informaron que el criminal más peligroso de Ecuador, José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, líder de la banda de Los Choneros, se había escapado de la prisión regional en la que estaba recluido cumpliendo una condena de 34 años de cárcel por narcotráfico, asesinato y crimen organizado.
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Fito llevaba casi 13 años encerrado en prisión, sin embargo, el candidato Fernando Villavicencio , quien buscaba la Presidencia de Ecuador en las pasadas elecciones de 2023, lo señaló por amenazas de muerte en su contra. Villavicencio fue asesinado en agosto pasado de tres balazos en la cabeza.
Las autoridades desconocen cuándo y cómo se fugó Macías Villamar. En una revisión tras los motines, se percataron que el líder de Los Lobos ya no estaba en su celda. El criminal ya se había fugado de prisión en 2013 y también iba a ser trasladado a La Roca.
De acuerdo con Luis Córdova Alarcón, director del programa de investigación, Orden, Conflicto y Violencia de la Universidad de Quito, estas fugas dispararon la violencia, que se extendió por todo el país.
Terrorismo y toques de queda
Según el testimonio de Aranda, las escuelas y los comercios permanecen cerrados, a la par que se ha impuesto un toque de queda nocturno por 60 días, mientras los residentes están temerosos de salir de sus casas.
“Los últimos días lo que hemos visto ha sido su accionar más fuerte con la colocación de coches bomba en varias ciudades del país, con la fuga de dos peligrosos criminales de las cárceles de Ecuador”, nos dijo.
La violencia continúa en Guayaquil, donde se encontraron tres cadáveres en un coche calcinado, y dos policías han sido asesinados en la provincia que alberga la ciudad más grande de Ecuador.
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Según datos de la agencia internacional EFE, al menos una decena de personas fue asesinada tras la ola de violencia registrada el pasado martes. Sin embargo, Kleber advierte que hasta el momento no hay cifras definitivas.
Tras la muestra de la violencia y organización de los grupos criminales, el presidente Daniel Noboa lanzó una ofensiva militar contra las bandas, con el fin de restablecer el orden mientras los grupos delictivos mantienen secuestrados a más de 100 funcionarios de prisiones.
Noboa emitió un decreto en el que declaró que en Ecuador existe un conflicto armado interno a nivel nacional y ordenó a las fuerzas militares desmantelar a 22 grupos del crimen organizado transnacional, a los que declaró organizaciones terroristas.
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Entre los grupos a los que identificó el presidente de Ecuador están: Las Águilas, ÁguilasKiller, Ak47, Caballeros Oscuros, ChoneKiller, Los Choneros, Corvicheros, Cuartel de las Feas, Cubanos, Fatales, Gánster, Kater Piler, Lagartos, Latin Kings, Los Lobos, Los p.27, Los Tiburones, Mafia 18, Mafia Trébol, Patrones, R7 y Los Tiguerones.
Algunos de estos grupos tienen vínculos con los dos cárteles más poderosos de México: el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación.
Los tentáculos del narcotráfico mexicano en Ecuador
En su Informe Mundial sobre las Drogas 2023, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito alertaba sobre la presencia internacional de los cárteles mexicanos de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación.
La ONU señalaba que la competencia por rutas y mercados locales entre estas dos organizaciones criminales estaba llevando la violencia a otros países y particularmente a América del Sur.
La Agencia Antidrogas de EU (DEA, por sus siglas en inglés) incluso señaló que en alrededor de 100 países el Cártel de Jalisco Nueva Generación tenía a 18,000 personas a su servicio y el Cártel de Sinaloa contaba con 26,000 operadores. Uno de estos países es Ecuador.
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En ese país los líderes criminales fugados esta semana, Fabricio Colón Pico y José Adolfo Macías Villamar, encabezan las bandas de Los Lobos y Los Choneros, respectivamente.
Información de la policía de Ecuador indica que Los Lobos mantienen nexos con el Cártel de Jalisco Nueva Generación, mientras que Los Choneros están ligados al Cártel de Sinaloa.
Según este reporte de la Policía ecuatoriana, el Cártel de Sinaloa tiene presencia en las regiones de Sucumbíos, Pichincha, Manabí, Los Ríos, Guayas y Santa Elena.
En tanto, el Cártel de Jalisco Nueva Generación afianzó su alianza con Los Lobos en 2019, luego que éstos se escindieron de Los Choneros. El informe “Evaluación situacional del narcotráfico en Ecuador” detalla que Los Lobos reciben entrenamiento y armas del CJNG.
“La confrontación entre organizaciones ecuatorianas desde 2020 está directamente relacionada al posicionamiento y generación de alianzas de estas organizaciones con el CJNG, con el fin de brindar el servicio logístico recibiendo a cambio armas de fuego y drogas ilícitas”, indica el reporte.
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En entrevista para Imagen Radio, Julio Ballesteros Vaca, analista político y ex viceministro de Justicia de Ecuador, señaló que la presencia de los cárteles mexicanos en ese país hizo que las bandas locales pasaran de ser pequeñas pandillas a grupos con miles de integrantes.
Como ejemplo, Kleber Aranda nos menciona que en una población fronteriza como Esmeraldas, casi una cuarta parte de la población tiene ligas con grupos de narcotraficantes.
A pesar de las medidas tomadas por el gobierno, el periodista nos advierte que el mayor temor entre la población es la escalada de violencia.
“Lo que nosotros vemos acá es que este es el inicio de una problemática mayor, una problemática muy grande que de alguna manera se está repitiendo en Ecuador, aquello que ya sucedió años atrás en Colombia, por ejemplo, cuando se encontraba en el ascenso Pablo Escobar”, concluyó.
