La lucha por una menstruación digna comienza desde la educación. Es fundamental que tanto niñas como niños aprendan de este proceso libres de estigmas para construir espacios más seguros y equitativos para las mujeres.
Entre todas las críticas que han recibido los nuevos libros de texto gratuitos de la Secretaría de Educación Pública está la de padres y madres de familia que reclaman la nueva forma en la que se enseñan los aparatos reproductores de ambos sexos.
El libro Proyectos del Aula de quinto de primaria pide que se realicen dos maquetas que simulen la menstruación y la eyaculación. Se ha denunciado en redes sociales que este tipo de proyecto sexualiza a los niños y niñas desde muy pequeños. Sin embargo, tanto la educación sexual como la educación menstrual son algo que debe irse introduciendo desde que las y los niños comienzan a ser conscientes de su cuerpo y de su entorno.
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La doctora y activista Sitara Mehmood nos explicó que de los seis a ocho años es cuando se debe empezar a enseñar sobre el cuerpo y sobre la menstruación de una forma sencilla que sea fácil de comprender.
La educación menstrual es fundamental
La menstruación es un proceso fisiológico que la mayoría de las mujeres van a experimentar por décadas, pero a pesar de que la mitad de la población menstrua hay muchos estigmas y desinformación alrededor del tema.
Las pocas referencias que se hacen a esto en la vida cotidiana son chistes que descalifican y estigmatizan a las mujeres por los cambios hormonales que vienen durante el periodo menstrual, pero más allá de eso, se habla muy poco sobre algo tan fundamental para la existencia humana.
Desde pequeñas las niñas aprenden a ver la menstruación como algo negativo. El 81% de las mujeres mexicanas consideran que los hombres tienen una ventaja por no menstruar, y el 69% considera que lo único bueno de que llegue es saber que no estás embarazada, según la Primera Encuesta Nacional de Gestión Menstrual realizada por Essity, #MenstruaciónDignaMéxico y Unicef.
La educación menstrual no solo ayuda a combatir estigmas, también enseña a las mujeres a gestionar este proceso en todos los aspectos, desde que productos pueden emplear hasta como usar a su favor las diferentes etapas del ciclo menstrual, nos explicó Anahí Rodríguez fundadora y vocera del colectivo que logró que se quitara el IVA a productos de gestión menstrual, #MenstruaciónDignaMéxico.
Las palabras importan
En la nueva versión de los libros gratuitos de texto, la SEP ha cambiado completamente el lenguaje que usan para explicar la menstruación y empiezan a enseñar el tema desde cuarto grado, un buen año para empezar este tema, nos mencionó la doctora Mehmood.
Lo más importante en la educación menstrual, sobre todo a esta edad, es “quitar toda la carga negativa que hay en torno a la menstruación” para que las mujeres no lo vean como una desventaja, ni como algo sucio que debe esconderse, nos comentó la también vocera de #MenstruaciónDignaMéxico.
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En ediciones pasadas los libros de texto gratuitos explicaban este proceso como algo doloroso, sucio y a la sangre menstrual la llamaban deshecho. La información que daban era muy limitada y no tenía en cuenta las diferentes maneras en las que se puede vivir la menstruación.
Estos libros introducen por primera vez el tema a las y los niños desde cuarto de primaria y lo hacen de una mejor forma, en opinión de la especialista. La menstruación se define como un “sangrado vaginal normal” y admite que hay una diversidad de ciclos que se pueden considerar normales. Pero también advierte que los periodos muy abundantes o muy dolorosos pueden ser señal de que puede existir un padecimiento adicional que tratar.
Una de las críticas que han recibido los nuevos libros de texto gratuitos es que son “demasiado incluyentes”, sin embargo, para Anahí Rodríguez esto no es cierto por lo menos en el tema de la menstruación. Si bien hay mucho que rescatar del nuevo enfoque que se le está dando al tema a los libros les hizo falta hablar sobre las diferentes personas que pueden menstruar, nos explicó.
La mayoría de quienes menstrúan son mujeres y la mayoría de las mujeres menstrúan, pero también existen personas no binarias y hombres trans que menstrúan y sus experiencias deben ser reconocidas, nos mencionó la activista.
También hay que hablarle de menstruación a los niños
Anahí Rodríguez nos comentá que es importante que los hombres también entiendan sobre menstruación, por lo que la educación menstrual debe dársele a niños y niñas por igual.
Muchos de los retos que enfrentan las mujeres hoy en día respecto a la menstruación se deben a que hombres, que sin saber nada sobre este proceso toman decisiones que afectan la vida de las mujeres de forma desproporcionada, nos explicó.
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La menstruación es algo natural, sin embargo, la ignorancia de muchos hombres sobre este tema ha llevado a que esto se convierta en un chiste o motivo de burlas. El 11% de las mujeres en México han sufrido de burlas o bullying durante su periodo y el 24% ha recibido comentarios desagradables de gente en la calle.
Esto puede prevenirse con educación menstrual equitativa, nos comentó la doctora Sitara Mehmood, fundadora del proyecto Medicina sin violencia que entre otras cosas lleva educación sexual y menstrual a niños y niñas en escuelas de Guerrero.
“Si un niño entiende el proceso menstrual desde la infancia no solo va a respetar este, sino todo el cuerpo de las mujeres”, por lo que es fundamental que todas y todos aprendan sobre el tema “desde pequeños”, nos dijo la experta.
Pobreza menstrual
Otro de los grandes retos que enfrentan las niñas y mujeres mexicanas es la falta de acceso a productos de gestión menstrual.
La pobreza menstrual tiene un impacto importante en su desarrollo académico. La falta de conocimiento o productos de gestión menstrual impide que las niñas asistan a la escuela durante algunos días de su periodo lo cual las pone en desventaja frente a sus compañeros que no menstrúan, nos explicó la doctora Mehmood.
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Como te contamos en esta nota, la lucha por una menstruación más digna en México comenzó con quitarle el IVA a los productos de gestión menstrual, pero ahora el activismo ha volteado su mirada a que estos productos se den de forma gratuita en las escuelas, nos mencionó Anahí Rodrígez.
La educación menstrual con perspectiva de clase también es fundamental en este aspecto porque puede ayudar a las niñas a gestionar la menstruación dentro de sus posibilidades y de forma segura que evite infecciones o complicaciones a su salud.
Una menstruación digna para niñas y jóvenes requiere de la combinación de acceso a productos y educación, por lo que el activismo no quitará el dedo del renglón hasta que las dos sean una realidad, nos dijo la doctora guerrerense.
Una generación más educada
Hasta ahora el sistema de educación mexicano ha fallado en dar el apoyo y el conocimiento necesario sobre menstruación, solo el 4% de las mujeres mexicanas considera a sus maestras o maestros una de las dos fuentes principales de información en este tema. Pero estos nuevos libros parecen indicar que hay una intención de cambiar esto.
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Si bien hay mucho que cuestionar sobre la manera en la que los nuevos libros de texto llegarán a las aulas y la legitimidad pedagógica del nuevo formato, en educación menstrual tienen la oportunidad de transformar para bien la manera en la que una nueva generación entiende y gestiona la menstruación, ¿lo lograrán?
