En medio de la peor crisis económica desde 1932, con una pandemia que no da tregua y que ya ha causado la muerte de más de 64 mil personas, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio su Segundo Informe de Gobierno, en compañía de 70 invitados que se reunieron en Palacio Nacional.
El optimismo característico de este gobierno, ese que meses atrás le hizo decir que la pandemia por COVID-19 había caído “como anillo al dedo”, no pudo faltar. A pesar de que el presidente reconoció las dificultades que hay en el país por la pandemia, aseguró que “en el peor momento contamos con el mejor gobierno” y que lo más crítico de esta crisis, ya había pasado.
Pero cuando seleccionamos seis frases dichas por el mandatario sobre seguridad, finanzas públicas y medio ambiente descubrimos que, a pesar de una verdad, hubo información falsa, engañosa, incorrecta, y un dato con el que el presidente simplemente se la voló.
¿Disminuyeron los delitos? Eso no dicen las cifras oficiales
El presidente comparó las cifras oficiales de delitos respecto a noviembre de 2018. Sin embargo, los especialistas nos dijeron que no es correcto comparar contra un solo mes.
“Eso pasa con los políticos que usan lo que más les conviene”, declaró Santiago Roel, especialista en temas de seguridad y fundador del Semáforo Delictivo, en entrevista con Cuestione.
Además, el presidente “no toma en cuenta la reducción artificial de los delitos por la pandemia. Hubo una reducción extraordinaria por confinamiento y no se vale compararlo”, dijo Santiago Roel.
El periodo más actual que se puede comparar es entre enero y julio de cada año, pues las cifras oficiales más recientes son hasta julio de 2020.
Sin embargo, como indica Roel, las cifras de este año son extraordinarias. En abril y mayo de 2020 las medidas de confinamiento fueron más restrictivas, lo que limitó la movilidad de las personas, incluso, para denunciar.
Aún con esas dificultades vemos que no sólo subieron las extorsiones y los homicidios -como dijo López Obrador- también crecieron los feminicidios, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública:
En todo caso, para comparar datos de noviembre de 2018 hay que compararlos con el mismo periodo de 2019. Lo que no podríamos hacer con el número de denuncias de 2020 porque faltan dos meses para tener las cifras del periodo completo de este año.De esta forma obtenemos que no sólo subieron los homicidios y las extorsiones. También subieron robos en transporte público individual, secuestro, feminicidios y robo a negocio.
¿Ya no hay más tortura?
Apenas el 14 de agosto de 2020, Evelyn denunció en redes sociales que había sido víctima de violencia sexual por parte de varios policías, en León, Guanajuato.
Una semana después, mujeres salieron a las calles de la entidad para pedir justicia para ella. Después de las protestas, 22 mujeres fueron detenidas arbitrariamente. Al menos una de ellas denunció agresión física y sexual por parte de los policías.
Recordemos que la violencia sexual es tortura cuando se comete por una persona servidora pública, según el Instituto Nacional de las Mujeres.
Las desapariciones siguen
Desde que inició la administración de López Obrador (1 de diciembre de 2018), con corte al 1 de septiembre de 2020, se han registrado 11 mil 659 personas desaparecidas y no localizadas, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No localizadas (RNPDNO), contrario a lo que dijo el presidente: “ya no hay desapariciones”.
Las masacres también continúan
López Obrador también negó que siguieran ocurriendo masacres durante su administración. Sin embargo, el año pasado ocurrieron varias. Entre las más dramáticas están: el asesinato de la familia Lebarón, el ataque a una fiesta y un incendio provocado en un bar, ambos en Veracruz.
A esas se suma la masacre en San Mateo del Mar, Oaxaca, donde asesinaron al menos a 15 personas de la etnia ikoots. Los hechos ocurrieron en junio de 2020.
¿Se cobran más impuestos y hay mayor inversión?
La primera frase del presidente es verdadera, aunque el panorama es más complicado en la realidad.
De acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), en los primeros seis meses de 2020 el gobierno obtuvo, a través del cobro de impuestos, un billón 748 mil millones de pesos que representó un aumento real -tomando en cuenta la inflación- de 0.1% respecto a lo observado en los mismos meses, pero de 2019 cuando cobró un billón 694 mil millones de pesos.
Sin embargo, las proyecciones que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tenía para este periodo eran mayores, lo que significa que a pesar de haber crecido la recaudación respecto al año pasado, no fue lo suficientemente grande como lo habían pronosticado las autoridades.
Además la situación se torna preocupante porque el 28 de agosto de 2020, el titular de Hacienda, Arturo Herrera, adelantó a diputados de Morena que en 2021 “ya no habrá ‘guardaditos’” pues la mayoría serán utilizados en este año como respuesta a la crisis sanitaria y económica. Por este motivo aseguró que, en 2021, México vivirá “la crisis más fuerte desde 1932”.
Aún quedan seis meses para que acabe 2020 y los ingresos que el gobierno contempla para este año van por debajo de lo que se está observando. ¿Fue muy pronto para presentarlo como logro?
Por su parte, lo dicho respecto a la inversión extranjera directa es impreciso. La secretaría de Economía anunció el 16 de agosto que, de acuerdo a cifras preliminares, en el primer semestre de 2020 se captaron 17 mil 969 millones de dólares lo que representó una caída de -0.7% respecto al monto estimado para el primer semestre de 2019.
La pandemia está lejos de terminar y los efectos económicos de la crisis aún siguen azotando al mundo, por lo que el panorama podría cambiar en la segunda mitad del año.
¿Se crearon 90 mil empleos en agosto?
La frase del presidente no se puede verificar. Y es que de acuerdo a las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los datos disponibles al público en general muestran resultados hasta julio.
De acuerdo con esos datos oficiales, entre marzo y julio de este año se perdieron un millón 117 mil 584 empleos formales, resaltando abril como el mes con la mayor caída en la generación de trabajos formales.
A pesar de que después de abril, la pérdidas de empleos ha ido disminuyendo mes a mes, con las cifras disponibles del IMSS, no es posible verificar que lo dicho por el mandatario es correcto.
Sin embargo, otros indicadores de empleo como la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que sí ha habido una recuperación en el empleo en el país, aunque advierten que ha sido gracias al sector informal.
Por lo tanto, celebrar una cifra que no se puede verificar, así como una recuperación que implica que millones de mexicanos regresaron al mercado laboral sin acceso a derechos o prestaciones, parece exagerado.
La “importancia” del medio ambiente para el gobierno
Es cierto que el gobierno actual lanzó el programa Sembrando Vida, un esfuerzo ambicioso de siembra de árboles frutales y maderables.
Sin embargo, en enero de este año, la entonces secretaria del Bienestar, Maria Luisa Albores, reconoció que solo se habían sembrado 80 mil de las 575 millones de plantas que se propusieron para 2019.
En el mismo encuentro, Albores estimó que solo podrían conseguirse 50% de las 1,100 millones de plantas que tenían como meta para 2020.
Además, mediante una filtración de un audio de Víctor Toledo, ex secretario de Medio Ambiente, supimos que en el gobierno del presidente López Obrador hay al menos dos visiones sobre el cuidado del medio ambiente:
- La del grupo de Toledo, un ecologista cuya visión era de sustentabilidad.
- La liderada por Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, y por Víctor Villalobos, secretario de Desarrollo Agrario y que, de acuerdo al mismo Toledo, privilegia el desarrollo sin importarles el medio ambiente.
Dicho audio le acabaría costando, muy probablemente, el puesto a Toledo, quien renunció el 31 de agosto de 2020.
El gobierno de López Obrador también ha sido cuestionado por no presentar a tiempo las Manifestaciones de Impacto Ambiental para proyectos como el Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles o la refinería de Dos Bocas. En el caso de la refinería, además, se denunció el desmonte completo de un manglar para construir el megaproyecto.
Y quizá la acción más clara que evidencia que el medio ambiente no está dentro de las prioridades del gobierno fue haber excluido de los programas prioritarios -aquellos que se salvaron del recorte a gastos operativos- a las Áreas Naturales Protegidas, emblema de la conservación y el cuidado de la ecología.
Solo después de que organizaciones, académicos e incluso artistas se manifestaron para que las ANPs no sufrieran los recortes, se logró revertir la medida.
No más fracking ni concesiones mineras
La primera parte de la frase es falsa. Según la Alianza Mexicana contra el Fracking -una coalición de organizaciones de la sociedad civil que se opone a que se realicen proyectos de fractura hidráulica para extraer hidrocarburos (fracking)- no se han realizado acciones para detener el uso de esta técnica e incluso se han aprobado al menos siete planes de exploración que utilizarían este método de extracción de gas de lutitas.
En una carta dirigida al presidente, los integrantes de dicha Alianza -conformada por 45 organizaciones entre las que están Greenpeace, Fundar y Oxfam-, le recuerdan al mandatario que a pesar de que el compromiso 75 de los 100 que hizo al iniciar su gobierno era “que no se usarán métodos de extracción que afecten la naturaleza y agoten las vertientes de agua como el fracking”, entre 2019 y 2020 se han asignado recursos presupuestarios por casi 17,500 millones de pesos para dos proyectos de Pemex que requieren fracking: “Aceite Terciario del Golfo” y “Aceite y Gas en Lutitas”.
La segunda parte de la frase es engañosa.
De acuerdo con Manuel Llano, director de Cartocrítica, una organización que promueve la transparencia en la información socioambiental, sí ha habido un cambio en minería durante este sexenio.
Pero aclara que “hasta febrero de este año, cuando se publicaron los últimos datos disponibles en el portal de la Secretaría de Economía”, sí se han otorgado cuatro nuevas concesiones y se han realizado 88 modificaciones a concesiones existentes (reducciones, unificación, división), que implican nuevos números de título, aunque no son nuevas concesiones”.
Sin embargo, Llano explica que tampoco se ha cancelado ninguna concesión, por lo que la fotografía de la minería en el país sigue intacta.
Finalmente, el dato que es completamente falso, continúa Llano, es el del 60% del territorio nacional concesionado a la explotación minera. Por ese motivo la calificación es: se la voló.
De acuerdo con las mismas cifras de la Secretaría de Economía, las concesiones vigentes abarcan casi 17.5 millones de hectáreas, lo que equivale a 8.9% del territorio nacional.
“La manera en la que pudieron llegar a ese dato tan exagerado fue sumando las concesiones vigentes de cada año de los sexenios de Fox, Calderón y Peña Nieto, con lo que se estarían repitiendo las mismas concesiones año con año”.
Tal parece que a la hora de informar Andrés Manuel López Obrador tampoco es tan diferente a otros presidentes que ha tenido México y sólo comunica lo que le conviene.
Al menos, en temas de violencia, violencia contra las mujeres, derechos humanos, empleos y medio ambiente, en su segundo informe de gobierno. Y en varias ocasiones algo alejado de la realidad.
