Aunque los partidos políticos surgieron en el siglo XIX como instituciones que buscaban empujar su agenda y organizar el debate público, en México y en el mundo poco a poco han cerrado el paso a la ciudadanía y se han concentrado en la lucha por el poder y el presupuesto.
Así lo explicó el politólogo Javier Oliva Posada, quien consideró que esto es el resultado tanto de debilidades estructurales de los partidos mismos como de la falta de una cultura cívica participativa.
“Los partidos políticos no han logrado colocarse como un vehículo confiable para mejorar condiciones de vida y representar los intereses de la sociedad. También hay una ausencia de prácticas cívicas por parte de nosotros, la ciudadanía”, nos explicó el también investigador de tiempo completo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Te puede interesar: Las multas del INE no evitan que los partidos políticos sigan cometiendo delitos
“Los partidos políticos han ido buscando consolidarse en sí mismos y eso es en todo el mundo, sin objetivos claros”, nos dijo por su parte Rosa María Mirón Lince, doctora en Ciencia Política de la UNAM y especialista en temas electorales.
Crisis de confianza y desdibujamiento ideológico
Esto no es nuevo. En el más reciente “Ranking Confianza en Instituciones”, de Consulta Mitofsky, los partidos políticos aparecen al fondo, con apenas 5.3 puntos, como las instituciones que menos confianza inspiran a la ciudadanía.
En su análisis, Mitofsky detalla que los partidos políticos son la única de las 19 instituciones medidas que muestran un descenso y eso las hace pasar del penúltimo al último puesto que ya han ocupado en años recientes alternándose con los diputados y los senadores.
Te recomendamos: Confían más en el INE y las universidades que en diputados, senadores y partidos políticos
La situación se repite en el Informe de Latinobarómetro 2021, donde los partidos políticos fueron la institución menos confiable en un sondeo realizado en 18 países de América Latina
De acuerdo con Oliva Posada esto se debe a que los partidos no han sabido responder a las exigencias de la ciudadanía, además de que las cúpulas de estas instituciones están más interesadas en mantener su poder que en entablar diálogos horizontales.
“Los grupos se van apoderando de las posiciones y por lo tanto de los recursos. Hay una estructuración confeccionada en función del grupo que detenta el poder dentro del partido político, y pues esto los hace impermeables a nuevos liderazgos y a nuevos planteamientos ideológicos o demandas sociales”, nos dijo.
No te lo pierdas: Samuel García gasta más dinero en Facebook que todos los partidos políticos
Aunado a esto, actualmente los partidos políticos en México dejaron claro que no tienen una ideología o un programa claro que los permita identificar con el electorado, como lo muestran las alianzas electorales entre el PAN, el PRI y el PRD, tres partidos políticos antagónicos que están unidos por razones meramente pragmáticas: acceder a más posiciones de poder y recursos.
“Hay varios partidos que no tienen definiciones ideológicas.Y no solamente no tienen definiciones ideológicas, sino que no tienen definiciones respecto de las problemáticas contemporáneas, por ejemplo, el cambio climático y políticas de igualdad de género. Entonces los partidos políticos se ven claramente rebasados y la sociedad se queda sin vehículo, se queda sin interlocutores para procesar temas tan importantes”, nos expuso Oliva Posada.
Recursos millonarios… sólo para “grillar”
Cuando la pandemia de la COVID-19 comenzaba a despuntar en México, en abril de 2020, el entonces presidente de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, lanzó una propuesta: entregar el 50% de las prerrogativas de su partido a la Secretaría de Salud para atender la emergencia sanitaria.
También puedes leer: ¿Por qué tenemos tantos partidos políticos? Todo es culpa del PRI
La respuesta del Instituto Nacional Electoral fue que los partidos no podían donar los recursos que ya tenían en ese momento, sin embargo a partir de mayo sería posible que los administrara la Tesorería de la Federación.
“Un partido político puede renunciar a parte o a la totalidad del financiamiento público que le corresponda en los términos de lo establecido en el artículo 41 constitucional, siempre y cuando no lo haya recibido aún. La renuncia a esos recursos puede aplicarse exclusivamente a las administraciones mensuales que aún no hayan sido depositadas en la cuenta partidista correspondiente; es decir, puede aplicarse exclusivamente respecto de los recursos aún no entregados al partido político”, informó el INE en un comunicado.
Solo Morena y Encuentro Social aceptaron reintegrar la mitad de sus prerrogativas. De Encuentro Social no hay registro de devoluciones de fondos públicos. El PT no aceptó 14,421,710 millones de pesos de los 30,523,489 millones que le correspondían, pero eso solamente en mayo.
Te sugerimos: ¿Crisis en 2021? No para los partidos políticos
De mayo a diciembre Morena renunció cada mes a 103,371,549 millones de pesos de los 137,828,732 millones de pesos que se le destinaban mensualmente. El PRI, PAN, PRD, Partido Verde y Movimiento Ciudadano jamás rechazaron las prerrogativas para apoyar en la emergencia sanitaria.
Y aunque Morena era el partido con mayor número de recursos debido a la cantidad de votos que obtuvo en 2018, el PAN, el segundo partido con más fondos, recibió 908,790,729 de pesos para sus actividades ordinarias permanentes, actividades específicas y gastos de campaña, ese decir, pago de rentas, papelería, pago de energía eléctrica, combustible, viáticos, capacitaciones, sueldos y salarios para mantener la estructura del partido.
El PRI obtuvo el año pasado 856,063,024 millones de pesos; el PRD ingresó 418,829,549 mdp; el PT, 366,281,873 mdp; el PVEM, 399,841,446 mdp y Movimiento Ciudadano 385,113,498 mdp.
Más información: Por esto es que pagamos tanto dinero a los partidos políticos
Para la doctora en Ciencia Política por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Rosa María Mirón Lince, el financiamiento público a los partidos políticos es un filtro indispensable, pues de lo contrario se incrementa el riesgo de que el crimen organizado pague por las campañas políticas.
Javier Oliva Posada nos explicó que las dirigencias de los partidos buscan mantener su poder para acceder a estos recursos, como ejemplo, señaló al PRI, un partido que perdió todo en las elecciones de junio pasado y cuya dirigencia persiste.
“Estamos hablando de élites organizadas por la tentación del poder. Aquí se da una práctica de permanecer en el poder por los beneficios o el usufructo que da el detentar las posiciones de dirección nacional o estatal”, nos dijo.
Conoce más: Los partidos políticos en México, de los más caros del mundo
¿Son los partidos políticos un mal necesario?
A pesar de estar en crisis, los partidos políticos parecen ser la única institución capaz de mantener la democracia procedimental, coincidieron tanto Rosa María Mirón Lince como Javier Oliva Posada.
Hay críticas sobre su funcionamiento, pero hasta el momento, y por la manera en la que está estructurado el sistema partidos, no se ve otra alternativa para canalizar la participación en un ámbito político, comentaron.
“No hay democracia procedimental sin partidos políticos. Es un hecho. Pueden gustarnos o no, están limitados o no, pero son recursos indispensables, estructurales para el funcionamiento de la democracia como procedimiento”.
Te invitamos a leer: Nuevos partidos en México: un desperdicio de recursos
Sin embargo, a pesar de las deudas que tienen con la ciudadanía, los partidos políticos pueden recomponerse si logran abrir las posibilidades a una mayor representatividad, a una toma de decisiones más horizontales y si incorporan planteamientos de la sociedad novedosos y diferentes.
“Esa también sería una ruta interesante por recorrer”, nos dijo.
