A Juan Alejandro Polanco Pinales lo secuestraron en una de esas frías noches de otoño en Tamaulipas cuando volvía a su casa.
Su familia se enteró en tiempo real de que Alejandro estaba siendo secuestrado. El hombre que en ese momento tenía 32 años de edad regresaba de su trabajo y le llamó a su familia para saber qué llevarles para la cena.
La llamada fue interrumpida por gritos e instrucciones. En ese momento, nos relató su madre, comenzaron lo que ella describe como ruidos raros, preguntas de hombres y luego el silencio.
“Escuchamos que le hicieron preguntas y después ya no volvió”, contó a Cuestione. Han pasado tres años desde la desaparición de Juan Alejandro y su madre, Alejandrina, aún tiene miedo de hablar sobre todo lo que ha ocurrido.
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Ese mismo miedo y la falta de información hicieron que la denuncia por su secuestro se interpusiera incluso en otra ciudad. “Nos quedamos esperando y no quisimos poner denuncia. Siete meses después la pusimos en Ciudad Victoria, pues temíamos por nuestra seguridad”.
“No quiero meterme en problemas, ni quiero nada. Sólo quiero que aparezca mi hijo”, nos dijo en entrevista.
Para empeorar las cosas, Alejandrina se ha enterado que Juan Alejandro no está en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, a pesar de la denuncia ante la Fiscalía Antisecuestros de Matamoros, en Tamaulipas, por el plagio de su hijo.
Desapareciendo a los desaparecidos
Como te platicamos en esta nota, tras la salida de Karla Quintana de la Comisión Nacional de Búsqueda, ese organismo ha sido criticado por la falta de experiencia de su nueva titular, Teresa Guadalupe Reyes Sahagún, y por la nueva metodología utilizada para depurar el número de registros de personas desaparecidas y no localizadas, que hasta este 26 de diciembre sumaba 113,654 personas.
Tras un cruce de información en distintas bases de datos, el Gobierno federal concluyó que se localizaron a 34,524 personas, de las cuales 16,681 se tiene certeza de su paradero y de otras 17,843 se cuenta con indicios importantes de su localización.
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“Se confrontaron más de 895 millones de registros para hacer este cruce de bases de datos entre vacunación de COVID, el padrón único de beneficiarios, datos que nos proporcionaron los gobiernos estatales, también la base de datos de plataforma México, Renapo, el Instituto Mexicano del Seguro Social, por ejemplo, con una base de datos de 280.2 millones, entre otras, del SAT, del INE, ISSSTE, Relaciones Exteriores, de la SEP, entre otras dependencias”, explicó la secretaria de Gobernación, Luisa Alcalde, el pasado 14 de diciembre.
Sin embargo, colectivos y madres buscadoras acusaron que las cifras presentadas por el gobierno estaban alteradas, pues varias personas que estaban reportadas como desaparecidas ya no figuraban en el Registro Nacional. Juan Alejandro Polanco Pinales es una de esas personas.
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Su madre, Alejandrina, nos contó que se enteró que su hijo no aparece en la base de datos luego que la semana pasada interpuso un amparo para justamente evitar que su hijo fuera “rasurado” del Registro Nacional.
“Yo me doy cuenta que mi hijo no está en la lista de desaparecidos. No creo que mi hijo sea el único que no está en la lista, así como él debe haber otros”, nos contó.
“Estoy indignada. Yo no entiendo. O fue eliminado o no fue enlistado. Yo ando ahí nada más perdiendo mi tiempo porque ando sola buscándolo, pues ellos no lo van buscar”.
A empezar desde cero
En el amparo 1394/2023-11, al cual tuvo acceso Cuestione, la Comisión Nacional de Búsqueda respondió a Alejandrina que su hijo no está en el Registro Nacional.
“No se encontró el nombre de Juan Alejandro Polanco Pinales en ningún registro vigente o histórico, por lo que determina que el nombre no ha estado registrado con anterioridad en este listado”, se lee en el documento.
Las autoridades judiciales instruyeron a la Comisión Nacional de Búsqueda a dar respuesta a Alejandrina, quien recibió un documento con el membrete de la Secretaría de Gobernación y la Comisión en el que le reiteraron que su hijo nunca estuvo en la base de datos.
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Además, la autoridad exige a Alejandrina presentar pruebas de que su hijo fue eliminado de la base de datos y señala que debe hacer el registro de Juan Alejandro para comenzar a buscarlo.
Alejandrina cuenta con una cédula de búsqueda de su hijo elaborada por la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas, pero la Comisión Nacional de Búsqueda no tiene información de esto. Alejandrina ya registró a Juan Alejandro en la plataforma de personas desaparecidas. Luego de tres años, la búsqueda de su hijo aparentemente volverá a comenzar desde cero.
Descoordinación en bases de datos
Una de las críticas que los colectivos y madres buscadoras han hecho a la nueva metodología para registrar a las personas desaparecidas desde mayo de 2023 es que la Comisión Nacional de Búsqueda está dejando de lado a las autoridades locales.
Delia Quiroa, coordinadora del colectivo 10 de marzo, que busca personas en Tamaulipas, nos contó que cuando alguien desaparece, las familias acuden a las fiscalías locales, las cuales comienzan la búsqueda. Sin embargo los ministerios públicos están poco capacitados para actuar en estos casos, y evidencia que es crucial para dar con el paradero de una persona muchas veces se pierde o se ignora.
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Cuestionado sobre las cifras de desaparecidos y las acusaciones de un “rasurado” del Registro Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó en su conferencia matutina del 27 de diciembre que las autoridades están trabajando con datos que se han recabado desde que se creó la Comisión Nacional de Búsqueda.
“No vamos a actuar de manera tramposa porque eso es contrario a nuestros principios, a nuestros ideales. La derecha, el conservadurismo es afín a la mentira, a la falsedad; nosotros no, nunca haríamos algo así de cambiar un resultado”, aseguró.
En tanto, la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, Teresa Guadalupe Reyes Sahagún dijo: “no se va a dar de baja a nadie. Simplemente va a cambiar el estatus de personas desaparecidas a personas localizadas. Estamos revisando el registro, estamos trabajando en hacer las correcciones, las actualizaciones necesarias”.
Alejandrina nos relató que en el caso de su hijo recibió información de Juan Alejandro de parte de otras personas que buscan a sus hijos. Los datos eran una nota periodística publicada un día después que desapareció su hijo. Dos personas le hablaron sobre el artículo que daba cuenta del hallazgo de la camioneta de Juan Alejandro, que estaba calcinada, que tenía un cadáver de una mujer.
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La mujer contactó al medio que supuestamente publicó la nota, pero le respondieron que no la tenían en su archivo.
“Las autoridades nunca me han dado avances del caso. No hay reporte de extravío, de su vehículo, entonces fue a la fosa común. Si fue así, imagínese, ya uno no halla ni qué pensar”, nos dijo.
“Yo no sé si mi hijo está en la lista de desaparecidos o alguna vez estuvo”, concluyó.
