Morena, el partido de la transformación -como lo nombra su fundador y actual presidente Andrés Manuel López Obrador– ha mostrado en los últimos cinco años conductas que nos recuerdan a ese viejo PRI, del que ya estaba cansada la ciudadanía.
El Presidente, sosteniéndose en la consigna que le da nombre a su Movimiento de Regeneración Nacional, ha reiterado en distintas ocasiones el objetivo que tiene de regresar al modelo de país que existía antes de la implementación del modelo neoliberal.
Pero aquellas prácticas, lejos de ser las más éticas y transparentes, estaban cargadas de vicios que hoy se siguen repitiendo desde el gobierno, como el acarreo y los ataques a la prensa. La diferencia es que ahora se defienden, comunican y financian públicamente por la clase gobernante; es decir se institucionalizaron.
Además de que entre sus filas militan numerosos ex priistas -como te contamos en esta nota-, hemos visto una y otra vez cómo Morena repite estrategias clientelares y populistas que fueron el sello del partido tricolor que gobernó nuestro país por casi ocho décadas.
Repasemos cinco momentos en los que se volvió un reto distinguir que se trataba de un nuevo partido y no de aquel fundado en 1929 por el general Plutarco Elías Calles.
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Acarreo en la marcha para conmemorar la expropiación petrolera
El festejo en el Zócalo de la Ciudad de México que se llevó a cabo el 18 de marzo de 2023 por el 85 Aniversario de la Expropiación Petrolera al que convocó López Obrador, se realizó con la movilización de miles de personas de todo el país y numerosos medios acusaron la llegada de camiones que las transportaban.
Esta práctica fue común durante los gobiernos del PRI y utilizada para inflar la cantidad de personas en los mítines políticos. Recordemos el evidente acarreo para todas las celebraciones del grito de Independencia que dio el ex presidente Enrique Peña Nieto.
Cínicamente, el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, anunció días antes que las y los diputados federales de su partido tomarían parte de su dieta para financiar el transporte de los simpatizantes y del mismo Presidente. El problema es que esa dieta proviene del erario público y no está destinada a llenar eventos del partido en el poder.
Mier también dijo que las y los legisladores de Morena tuvieron la “instrucción” de asistir al evento para demostrar su apoyo a la Cuarta Transformación.
“La celebración de la marcha, el sábado, es algo que tiene que ver con la esencia de nuestro movimiento, con la expresión viva de nuestro movimiento, y no hacerlo sería una omisión a nuestros rituales que le dieron origen a este gran movimiento social”, señaló Mier.
El evento se convirtió en una sopa de políticos repartiendo propaganda para auto promocionarse. Se entregaron trípticos, calendarios y gacetas en favor del partido y sus miembros, como el senador Gabriel García, quien puso a personas a repartir el periódico “Sentimientos de Iztapalapa” con su foto en la portada.
Aprobación fast track del Plan B electoral
Al no lograr los votos necesarios para que se aprobara la reforma electoral que propuso el mismo López Obrador en 2022, Morena formuló un Plan B para modificar las leyes secundarias y con ello parte de la estructura del Instituto Nacional Electoral.
De madrugada y sin cambiarle una coma, la Cámara de Diputados aprobó en diciembre de 2022, en lo general y en lo particular, el Plan B, dejando pasar mañosamente la conocida como “cláusula de vida eterna” con la que los partidos “grandes” podían transferir votos a sus aliados más “pequeños” para que no perdieran el registro, aunque fue declarada inconstitucional desde 2008.
Lo mismo sucedió en 2017, cuando el PRI en la Cámara de Diputados aprobó en fast track la Ley de Seguridad Interior, que permitía que el presidente de la República pueda emitir una Declaratoria para la intervención de las Fuerzas Armadas cuando haya amenazas en algún territorio del país.
Campaña traidores a la patria
Luego de no lograr el apoyo para aprobar la reforma eléctrica en abril de 2022, Morena y el Presidente se lanzaron contra los legisladores que votaron en contra. En una muestra total de autoritarismo, López Obrador calificó de traición a la nación que las y los legisladores ejercieran su derecho a discutir y negarse a aprobar una iniciativa con la que no estaban de acuerdo.
En respuesta, Morena lanzó una campaña por redes sociales identificando personalmente a quienes votaron en contra de la propuesta de reforma como “traidores a la Patria”. Incluso crearon el sitio https://traidoresalapatria.mx/ donde colocaron los perfiles, fotografías y descripciones de legisladores que no avalaron la propuesta de reforma.
Esta actuación se parece mucho a la que tuvo otro presidente priista: Gustavo Díaz Ordaz, quien luego de protagonizar uno de los pasajes más turbios de la historia mexicana –la matanza de estudiantes del 1968, en los que el gobierno utilizó al Ejército para reprimir y matar a cientos de estudiantes- sostenía que había salvado al país de la anarquía, la subversión y el caos.
Aunque un año después asumió la responsabilidad histórica de los asesinatos que los cuerpos de seguridad y las Fuerzas Armadas cometieron bajo su mando, el crimen quedó impune. Es más, fue nombrado embajador de México en Madrid, España.
Espionaje a periodistas y activistas
En 2022, el sitio web de Guacamaya Leaks publicó información que revelaba que el Ejército había estado espiando a periodistas, oposición y grupos feministas, entre otros, como te explicamos en esta nota.
El gobierno morenista no ha sido el más respetuoso con los derechos humanos de activistas y comunicadores. No solo no ha hecho nada para detener los ataques contra periodistas ni contra la impunidad que termina ganando en cada uno de los casos, sino que desde las conferencias matutinas los ataca constantemente, como lo documentamos anteriormente.
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La revelación del espionaje alertó a todos, igual que sucedió en 2017 cuando se filtró que el gobierno de Enrique Peña Nieto estaba utilizando un programa de espionaje llamado Pegasus que tenía a la mira a comunicadores como Carmen Aristegui, el activista Alejandro Calvillo, miembros del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y muchos más.
La Casa Gris
Otro momento en el que encontramos similitudes entre Morena y el PRI fue con el escándalo de la mansión millonaria en la que vive el hijo del presidente López Obrador, José Ramón López Beltrán, en Houston.
El caso se conoce como la “Casa Gris”, haciendo referencia a la apariencia del inmueble, pero también al escándalo de la “Casa Blanca”, un inmueble que adquirió el ex presidente Enrique Peña Nieto durante su mandato, ubicada en Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México y valuada en $7,000,000 de dólares.
La mansión fue construida por Grupo Higa, una de las empresas que ganó la licitación del tren México-Querétaro (hoy revocada) y que levantó obras importantes en el Estado de México cuando Peña fue gobernador.
La existencia de la “Casa Gris” indignó a la ciudadanía porque no concuerda con el discurso de austeridad y anticorrupción que ha sostenido el Presidente desde 2018, pero lo cierto es que la única escuela que han tenido quienes hoy están en el poder, es esta que nos heredó aquel PRI rancio y ambicioso. Al final, la fruta nunca cae muy lejos del árbol.
