El hallazgo lo hizo un reo que buscaba comida entre la basura. Ahí, entre desperdicios, estaba el cuerpecito del bebé Tadeo. Unos días antes había muerto a consecuencia de enfermedades intestinales congénitas que lo tuvieron entrando y saliendo del hospital durante los tres meses que vivió.
En su certificado de defunción fechado el 5 de enero de 2022 y con folio 210164529 ni siquiera tiene un nombre de pila. Aparece como “Niño Ayala Peralta”. Su fecha de nacimiento fue el 4 de octubre de 2021 y las causas de su muerte fueron una hemorragia aguda pulmonar, choque séptico y coagulación intravascular diseminada.
Los papás de Tadeo lo habían llevado al Hospital Pediátrico de Iztacalco. Un día después, en la fecha en que los niños reciben juguetes de los Reyes Magos, lo enterraron en el panteón civil San Nicolás Tolentino, en Iztapalapa.
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Pero el cuerpecito del recién nacido fue exhumado ilegalmente y el 10 de enero lo encontraron a 144 kilómetros de la tumba en la que lo dejaron sus padres, entre la basura del Centro Penitenciario de Puebla, que hasta noviembre de 2021 albergaba a 4,864 personas.
Y aunque hay 21 funcionarios detenidos entre supervisores, custodios, directivos del penal y una servidora pública, además de que el secretario de seguridad pública y el subsecretario del sistema penitenciario fueron destituidos, todavía faltan respuestas para tratar de explicar este nuevo capítulo de horror en México.
Un panteón con tumbas casi a cielo abierto
En las faldas del Cerro de la Estrella, en Iztapalapa, está el segundo panteón más grande de la Ciudad de México. Ahí, en algún momento el cuerpo del bebé Tadeo fue exhumado.
En el Lote C5 está abierta la tumba del pequeño Tadeo, resguardada por bandas amarillas de la policía y agentes. Solamente queda un adorno de un patito de plástico entre la tierra y las losas que los profanadores de la lápida rompieron para sacar el cuerpo.
A pesar de la vigilancia, hay maneras de ingresar al cementerio. Por la parte trasera hay muros horadados, que, nos dice un vigilante que pidió el anonimato, abrieron los vecinos para ahorrarse el paso.
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En los pasillos, nos cuenta, es común encontrar gallinas negras descabezadas, veladoras, yerbas, artículos que se utilizan en rituales de santería.
Pero esta no es la primera vez que se revela que un cuerpo fue exhumado ilegalmente de este panteón de cruces caídas, tumbas avejentadas y hierba en los pasillos.
El 8 de enero de 2021, Marisol Peralta enterró a su esposo, Óscar Solís, a pocos metros de donde está la tumba de Tadeo, en la fosa 4 del Lote C5 de este panteón. Pero el 19 de enero, cuando volvió para colocar una cruz en la lápida de Óscar, se encontró con que los restos que estaban ahí no eran los de su esposo, por lo que buscaron en varias fosas sin éxito aparente.
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Además, Marisol denunció amenazas por parte del personal que laboraba en el cementerio. Y aunque las autoridades de la alcaldía Iztapalapa acordaron reuniones entre las que el plan era colocar mantas grandes para denunciar extorsiones, la única persona destituida fue Gloria Martínez, que fungía como encargada del panteón, nos dijo la víctima.
Finalmente, Marisol Peralta recuperó los restos de su esposo y los incineró en el Panteón Español.
“No me dieron nada, ni las disculpas. Al contrario, hasta fui víctima de amenazas y opté por no proceder legalmente”, nos dijo.
Ahora, después de la exhumación de Tadeo, la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, ordenó destituir al administrador del panteón -otra vez- y aseguró que los 448 trabajadores que laboran en el cementerio fueron puestos a disposición de las autoridades de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para declarar sobre el caso.
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Clara Brugada incluso propuso destinar 40 millones de pesos para cuidar el panteón con drones, sensores de calor y vigilancia. Mientras tanto los huecos en las bardas del cementerio siguen abiertos.
Urgen a modificar sistema penitenciario
“Tadeo tiene que recordarnos y empujarnos como ciudadanos y autoridades a hacer algo respecto a las cárceles en nuestro país”, nos dijo Saskia Niño de Rivera, de Reinserta, que le ha dado seguimiento al caso.
“El caso de Tadeo redefine el autogobierno en los penales de México. Encontrar un bebé muerto dentro del basurero de un reclusorio ya habla de una ingobernabilidad, una corrupción y una impunidad en otros niveles. No me imagino un escenario más trágico que este nivel de impunidad”.
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Niño de Rivera nos explicó que el caso de Tadeo habla de la necesidad de impulsar cambios en las cárceles mexicanas y la violencia contra la niñez.
Nos dijo que mientras se hizo el hallazgo del cuerpo de Tadeo, en ese mismo estado, Puebla, una niña de 10 años fue violada, y en Morelos, un pequeño de seis años fue encontrado golpeado y asesinado.
Saskia consideró que el tema de la violencia contra la infancia tendría que estar en la agenda política al igual que una reforma estructural de las penitenciarías.
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“Lo que implica la gobernabilidad de un penal requiere de una estrategia puntual, con un diagnóstico puntual y una estrategia para tomar control del gobierno y de desarticular los grupos de la delincuencia organizada dentro de las cárceles. Y todo eso requiere presupuesto, logística, expertos en la materia. Esto requiere de muchas decisiones muy delicadas. Eso es lo que necesitamos ver”, nos comentó.
Para Juan Martín Pérez, coordinador regional de Tejiendo Redes Infancia, el caso exhibe la completa violación de derechos de la niñez y la falta de interés en políticas públicas para proteger a esta población tan vulnerable.
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Al mismo tiempo, nos comentó, muestra que hay colusión e impunidad entre autoridades de distintos niveles: desde las autoridades del panteón, pasando por la Fiscalía de la Ciudad de México, las autoridades penitenciarias de Puebla, los gobiernos de la CDMX y de Puebla e incluso la Comisión Nacional de Derechos Humanos, cuya titular Rosario Piedra Ibarra argumentó que el organismo no atrajo el caso porque no existía ninguna queja.
“Lo que vemos es una comparsa, un baile armónico para protegerse y por sus cálculos políticos… el niño y la familia ya quedaron olvidados”, nos dijo.
“Por eso es tan importante centrar el foco en los derechos de este niño que fueron violentados postmortem, en el derecho que tiene el niño y su familia a la verdad, a la justicia y a la reparación del daño”.
Interponen queja para que CNDH atraiga el caso
Diversas organizaciones sociales y personas defensoras de Derechos Humanos presentaron desde el pasado 28 de enero una queja formal en la CNDH sobre el caso del bebé Tadeo.
En un comunicado publicado este lunes por Reinserta, las organizaciones informaron que el objetivo es hacer que la Comisión inicie su labor y proteja los derechos humanos de la población.
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Además, denunciaron que el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, no ha hecho nada para mejorar la situación de la justicia en el estado.
Las organizaciones explicaron que han recibido denuncias anónimas por parte de familiares y personas privadas de su libertad por las investigaciones del caso, además de que hay acusaciones de tortura por parte de ex directivos del Centro Penitenciario de San Miguel.
“Yo creo que habría que aclarar el tema del cómo y por qué y de qué manera, para que entonces puedan haber consecuencias, incluso penales, por el caso del bebé Tadeo”, nos dijo Saskia Niño de Rivera.
¿Habrá algún día respuesta a por qué desenterraron y metieron el pequeño cadáver de un bebé a un penal?
