¿Cómo dejar de hablar de violencia contra las mujeres cuando las llamadas de emergencia por incidentes de violencia contra ellas no sólo no han parado, sino que se han incrementado?
Karla Daniela García Tello es una de las más de 122 mil mujeres que llamó al 911 para pedir ayuda en 2019. Estaba siendo amenazada por el padre de su hijo, quien no paraba de golpear las rejas del edificio donde se encontraba. La patrulla tardó 40 minutos en llegar.
Los policías se llevaron al agresor y estuvo un día y medio en los separos, pues tenía denuncias previas en su contra. “Ya me intentó estrangular, ya me intentó atropellar, ya me mordió, ya hubo agresiones hacia mi hijo”, nos contó Karla.
“Luego lo trasladaron al reclusorio para una audiencia de control donde determinaron que su proceso lo llevaría por fuera, firmando cada 15 días”.
Karla tiene miedo porque su agresor está libre y porque “(las autoridades) desaparecieron la carpeta de investigación donde estaba el traslado al reclusorio”, nos platicó Karla.
Este tipo de agresiones –y muy probablemente algunas más graves– se incrementaron 46% entre enero y agosto de 2020, respecto al mismo periodo de 2019.
Eso significa que casi 180 mil mujeres que sufrieron algún tipo de violencia en México llamaron al 911 para pedir ayuda, durante los primeros ocho meses de 2020.
Dimensionemos…
Como se observa en la gráfica anterior, la cantidad de llamadas ocurridas en 2020 es, por mucho, la más alta de los últimos cuatros años.
Al menos 742 actos de violencia física, sexual y/o psicológica sucedieron diariamente, en promedio. Es decir, se violentó a una mujer cada dos minutos… sí, una mujer cada dos minutos.
Estas cifras sólo confirman que la violencia contra las mujeres sí se incrementó este año, como lo han denunciado varias organizaciones y asociaciones como la Red Nacional de Refugios (RNR), donde reciben y dan atención a mujeres y a sus hijas e hijos que sufren de violencia, en México.
Esta organización observó un incremento de 70% en la cantidad de mujeres que les solicitó ayuda, en los primeros dos meses del confinamiento (del 17 de marzo al 17 de mayo de 2020), comparado con el mismo periodo del año pasado.
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Las llamadas siguen al alza
Desde junio, cuando inició la “nueva normalidad”, no han parado de incrementarse las llamadas de emergencia por incidentes de violencia contra mujeres en nuestro país.
En agosto se registraron más de 23 mil llamadas de ese tipo. Es decir, 35 incidentes más que en el mes previo.
¿Desde dónde se registraron más llamadas de emergencia?
Chihuahua registró una tasa de 1,747 llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer por cada 100 mil mujeres, en los primeros ocho meses de este año. Es la más alta de entre las 32 entidades federativas.
A Chihuahua le siguen la Ciudad de México, Coahuila, Hidalgo, Querétaro, el Estado de México y Morelos. Todas con una tasa más alta que la del promedio nacional (273 llamadas por cada 100 mil mujeres).
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No al recorte de presupuesto
A pesar del aumento de reportes de agresiones contra mujeres, la actual administración está planeando destinar ocho de cada 10 pesos del presupuesto del Anexo 13 (dirigido a eliminar la discriminación de género y la violencia contra las mujeres) a programas sociales.
Amnistía Internacional y otras organizaciones entregaron más de seis mil firmas a integrantes del Grupo Plural de Igualdad Sustantiva de la Cámara de Diputados, conformado por diputadas de varios partidos con la finalidad de impulsar el “cumplimiento al ejercicio pleno de los derechos humanos de las niñas y las mujeres”.
Las organizaciones exigen que no se recorte el presupuesto del Anexo 13 y que no se le incorporen los programas sociales del presidente.
¿Por qué? Porque los recursos no están siendo suficientes para atender a las mujeres que lo requieren. El aumento en las llamadas de emergencia sólo es una muestra y el caso de Karla también:
Karla tuvo que denunciar al papá de su hijo cinco veces y tomar la CNDH de la Ciudad de México (junto con otras mujeres que también son víctimas de violencia) para conseguir una cita con la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Hoy, por fin, tiene medidas de protección para que su agresor no se acerque a ella ni a su bebé, al menos, por 60 días. Karla sigue luchando por tener paz de por vida y no sólo por dos meses… mientras las llamadas al 911 siguen creciendo.
