Por Francisco Chávez
James es un haitiano que habla creole, un poco de inglés y un poco de español. Él, junto con su familia, viajó de Haití a Nicaragua en octubre de 2023. Un mes después ya estaba en México, país al que ingresó gracias a personas a quienes su hermano pagó mil dólares.
Como otras personas originarias de Haití, Honduras, Venezuela y países del Medio Oriente, James, su esposa y sus dos hijos de 4 y 6 años de edad, atravesaron la peligrosa selva del Darién, en Panamá. Ese cruce, como te contamos en esta nota, se ha vuelto uno de los más peligrosos en la larga travesía de miles de migrantes que a diario recorren el continente con la intención de llegar a EU.
Al llegar a la Ciudad de México, James intentó solicitar asilo, pero en un mes, que es el plazo establecido para atender una solicitud, no obtuvo respuesta del Instituto Nacional de Migración y de la Comisión de Ayuda a Refugiados, así que junto con su hermano, quien vive en Houston y financió su salida de Haití, decidió que la mejor opción era volar a la frontera e intentar llegar a EU.
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Tenía todo planeado. James volaría a Ciudad Juárez, ahí pasaría una noche y al siguiente día trataría de entablar comunicación a través de WhatsApp con un contacto que le dio su hermano, con un “coyote” que le ayudaría a internarse a EU por caminos en medio del desierto.
James y su familia salieron de la Ciudad de México en un vuelo rumbo a Ciudad Juárez la tarde del 26 de enero de 2024. En el vuelo nacional en el que viajaban también iban otras personas de Haití, Cuba, Colombia y Venezuela. Todos buscaban llegar a EU de una u otra forma.
Estaban emocionados. Antes del despegue sostuvieron una videollamada con el hermano de James. En muy poco tiempo se verían.
De la esperanza al miedo
Sin embargo, al descender del avión en el aeropuerto internacional de Ciudad Juárez, mientras avanzaba por uno de los pasillos de vuelos nacionales para salir de la terminal aérea, la ilusión de James y su familia se esfumó. Un alto y fornido elemento de la Guardia Nacional solicitó documentos de identidad que probaran la nacionalidad mexicana o el internamiento legal en el país. James y su familia sólo llevaban consigo su pasaporte expedido por Haití.
El elemento de la Guardia Nacional pidió a James que se colocara a un costado. Hizo lo mismo con otras personas afrocaribeñas, con cubanos, venezolanos, personas a las que apartaba según el color de la piel o el acento. Alrededor de 20 personas separadas del resto de los pasajeros. A todos les preguntaban: ¿Ingresó usted de manera irregular al país? ¿Tiene visa? ¿Tiene documentos que demuestren su estadía?
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James y su familia no tenían ninguno de esos documentos. Dado que su ingreso fue después del 1 de enero de 2023, él, su esposa y sus dos niños no tuvieron oportunidad de regularizar su situación migratoria. De acuerdo con los cambios en la Ley Nacional de Migración, al estar en esta condición tendrían que ser devueltos a su país de origen.
Cuestione constató filtros y procedimientos similares en el aeropuerto internacional de Tijuana.
De acuerdo con la organización Sin Fronteras, que brinda asesoría jurídica y de derechos humanos a personas migrantes, cualquiera de ellas puede pedir asilo en un aeropuerto.
La autoridad, informan, debe atender la petición de asilo de una persona que afirme estar en peligro en su país de origen y en un lapso de cuatro horas realizar una entrevista para determinar si la solicitud procede.
Aumenta presión por migración y solicitudes de asilo
En enero de 2020, en plena campaña en busca de su reelección como presidente de EU, Donald Trump insistió en que México estaba pagando por el muro que prometió como parte de su plataforma política que le permitió llegar a la Presidencia de ese país en noviembre de 2016.
“México está, de hecho, pronto lo descubrirán, pagando por el muro”, afirmó. “En realidad el muro es, en última instancia, pagado por México”, reiteró en un mitin en Nueva Jersey.
Unos días antes, el mandatario estadounidense afirmó que en la frontera entre EU y México había 27,000 elementos de la fuerzas armadas mexicanas que participaban en labores para contener el cada vez mayor flujo de migrantes que atraviesan México con la intención de llegar a EU.
Ese mes, la Oficina de Aduanas y Asuntos Fronterizos de EU reportó que 29,205 personas de distintas nacionalidades fueron detenidas en distintos puntos de la frontera que comparten México y EU. Ese año, 400,000 personas fueron detenidas, mientras que en México, se reportaron 89, 379 personas presentadas ante autoridades debido a tener una situación migratoria irregular.
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A pesar de que México y EU han sostenido varias reuniones para abordar la crisis migratoria que se vive en el continente, el número de personas que intenta llegar a EU sigue en aumento, como te contamos en esta nota.
De acuerdo con datos del Centro de Atención Telefónica del Instituto Nacional de Migración, diariamente alrededor de 2,000 personas que se encuentran en México de manera irregular buscan refugio en el país.
En 2021, 309,692 personas fueron reportadas con una condición migratoria irregular. De éstas 131,32 tramitaron una solicitud de refugio. Para el siguiente año la cifra de personas irregulares aumentó a 441,409 y las solicitudes de refugio descendieron a 119,248, mientras que 2023 cerró con 782,176 casos de migrantes irregulares y 141,053 de refugio.
Para tratar de contener el arribo de migrantes, el gobierno federal ha desplegado a 32,720 efectivos de la Guardia Nacional y las fuerzas armadas como parte del Plan de Migración en la Frontera Norte y Sur. Esta misión es la segunda más grande de las fuerzas federales después de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, que cuenta con 187,264 elementos distribuidos en todo el país, según el más reciente Informe de Seguridad de Presidencia.
Como parte de los operativos implementados por el gobierno federal, elementos de la Guardia Nacional y las fuerzas armadas establecen retenes en las carreteras.
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De acuerdo con Eunice Rendón, coordinadora de Agenda Migrante, una organización que busca dar a conocer y entender la realidad de la migración en México, este tipo de filtros son inconstitucionales.
La especialista nos explicó que un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitido en 2019 señalaba que este tipo de operativos viola el derecho constitucional al libre tránsito.
“La Primera Sala de la SCJN resolvió que el procedimiento de revisión migratoria previsto en la LM es inconstitucional por ser contrario a los derechos de libre circulación y tránsito dentro del territorio nacional, así como a los de igualdad y no discriminación”, se lee en la sentencia de la SCJN.
Las personas que Cuestione vio detenidas en los aeropuertos de Ciudad Juárez y Tijuana fueron revisadas con base en un perfil racial.
Dejar México lo más pronto posible
Aunque todavía no hay oleadas de migrantes en los aeropuertos del país, excepto en el de Cancún, que es la entrada para muchas personas provenientes de Sudamérica, cada vez más migrantes utilizan aviones para evitar la larga y peligrosa travesía por México.
El plan que ayudó a María Fernanda a llegar a Nueva York fue apoyado por una colombiana que reside en Nueva Jersey y que tiene los contactos de traficantes de personas en la frontera de México y EU. Todo se coordina vía WhatsApp.
A cambio de 1,000 dólares americanos por persona, la mujer ayudó a su connacional a emigrar desde Bogotá junto con su novio. Para lograrlo, María Fernanda y su novio elaboraron un itinerario de vacaciones.
Al entrar a México dijeron al personal de migración que los entrevistó en el aeropuerto internacional de Cancún que estarían una semana en las playas del Caribe. La pareja mostró los boletos de avión para regresar y el itinerario de una agencia de viajes. La agente migratoria les dio permiso de estar en el país cuatro días. A pesar de ser parte de la Alianza del Pacífico y no necesitar visa para ingresar a México, las personas originarias de Colombia deben llenar un prerregistro para ingresar al país.
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Con sus ahorros, María Fernanda y su novio compraron boletos de avión a Monterrey. Ahí no tuvieron ningún problema y contactaron al traficante que los cruzaría por el desierto.
María Fernanda nos contó que durante cinco días estuvieron escondidos junto con otros migrantes en un hotel en la comunidad de Nueva Rosita, a unas horas de la frontera. En ese lugar no tuvieron comida y esperaron a que la persona que los pasaría a EU se apareciera, aunque sospechaban que también se podría tratar de una estafa. Sin embargo el “coyote” llegó y subió a los migrantes en una camioneta para dirigirse a la frontera.
La joven de 23 años de edad nos contó que en algún momento un grupo de hombres armados detuvo la camioneta que transportaba a los migrantes, los bajaron y les quitaron sus pertenencias.
Al llegar a EU, María Fernanda acudió a una oficina de migración y solicitó asilo. Como prueba mostró papeles de desplazamiento expedidos por el gobierno de Colombia. La cita para que su caso sea analizado se fijó para marzo de 2025. Mientras tanto puede permanecer en EU.
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“En el avión a Monterrey había venezolanos, haitianos, cubanos. El asunto es no pasar mucho tiempo en México y busca llegar a EU lo más pronto”.
“Yo creo que tuve suerte, pero hay muchas personas que no lo consiguen”, nos dijo.
Cuestione ha confirmado que un número grande de personas que dicen ser haitianas tratan de abordar desde aeropuertos de la CDMX vuelos a ciudades fronterizas de EU y México.
En algunos casos, las personas abordan sin problemas. Pero hay otras que pierden sus vuelos -a pesar de tener sus papeles aparentemente en orden- debido a problemas de comunicación, pues personal de aerolíneas y de migración no hablan creole.
De acuerdo con estadísticas de migración, los venezolanos fueron la nacionalidad que más está emigrando a México, seguidos de los haitianos.
La política migratoria de México es el candil de la calle, la oscuridad de la casa.
