De prisión a centro turístico: la evolución de las Islas Marías

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En medio del Océano Pacífico, a 132 kilómetros del Puerto de San Blás, Nayarit, se encuentra el archipiélago de las Islas Marías. La antigua cárcel es ahora un destino turístico a cargo de la Secretaría de Marina abierto al público desde diciembre de 2022. 

Desde 1905 hasta 2019 estas islas fueron de una forma u otra un centro para personas privadas de la libertad. En 2005 fueron declaradas por la UNESCO como Patrimonio Natural de la Humanidad, pero no fue hasta 2018 que el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió cambiar completamente su propósito y convertirlas en un “Centro de Aprendizaje y Educación Ambiental”. 

El viaje a las Islas Marías comienza en un ferry que zarpa desde los puertos de Sán Blas y Mazatlán, este tarda entre tres y cinco horas en llegar a Puerto Balleto, la zona turística de María Madre, la isla más grande de este archipiélago que también incluye las islas María Magdalena, María Cleofas y San Jacinto. 

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Lo más importante de este proyecto es la protección de la biosfera y de las especies endémicas, así como la conservación natural, por lo que la actividad turística está limitada a Puerto Balleto y sus alrededores.

Historia de las Islas 

La historia de las Islas comienza mucho antes de la conquista cuando el pueblo Wixárika o Huichol –como se le conoce en español– viajaba en lancha por 40 días para dejar ahí ofrendas, según nos contó María, una artesana Wixárika que ahora vive y vende artesanías en el Puerto Balleto de la Isla María Madre a los turistas que la visitan. 

Pero con la llegada de los españoles, los Wixárikas enfocados en defenderse dejaron de hacer esta peregrinación por lo que el “descubrimiento” de este archipiélago se le atribuye a Francisco Cortés, Pedro de Guzmán y Diego Hurtado de Mendoza. 

La propiedad de las Islas pasó por varias manos durante los siglos entre la conquista y el porfiriato, pero no fue hasta 1905 que Porfirio Díaz pagó a la familia Carpena Azcona $150,000 pesos por ellas y las convirtió en una colonia penal, que las islas fueron propiamente habitadas. 

Comunistas, homosexuales, disidentes políticos, cristeros y personas acusadas de “vagancia” cumplieron su sentencia y trabajaron en la Colonia Penal que se creó en la Isla María Madre, mientras que la Isla María Magdalena fue usada como un lugar de castigo, nos explicó Nadia Gonzalez, guía de turistas y miembro de las Fuerzas Armadas. 

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Entre quienes estuvieron privados de la libertad en las Islas Marías destaca el escritor José Revueltas, quien estuvo dos veces preso por ser comunista, y el lugar que inspiró su novela Los muros de agua. Actualmente en el museo de las islas se encuentra una réplica del escritorio del escritor y en la recepción hay un gran mural en el que él aparece. 

Las primeras décadas de esta isla como prisión fueron muy duras para los internos, los trabajos –o melgas, como se les conoce en la Isla– en la Salinera, la fábrica de cal, con el henequén o la explotación de madera eran muy pesados y las jornadas eran largas.

La Colonia Penal

Pero en la década de los setentas el sistema comenzó a cambiar debido a la injerencia que las comisiones de derechos humanos tuvieron en el sistema penal mexicano. Esto dio pie al auge de lo que se le conoce como la Colonia Penal. La isla se dividió en campamentos que estaban conformados tanto por hombres como por mujeres que vivían semi libres. 

Quienes habitaron en la isla durante este periodo podían vivir con sus familias y convivir libremente con otros internos, siempre y cuando cumplieran con sus horas de trabajo –o de melga–, nos explicó también Nadia Gonzalez. 

Sin embargo, las islas –al igual que el resto del país– cambiaron completamente con la llegada de Felipe Calderón a la presidencia. La estrategia de seguridad de este modificó el sistema penal para que contuviera a todos aquellos que su guerra contra el narco detenía. 

En las Islas Marías se construyó la Cárcel de Máxima Seguridad Laguna del Toro y poco a poco fueron quedando atrás los días de la Colonia Penal. Laguna del Toro, al igual que otras cárceles de máxima seguridad, era un lugar completamente gris donde las personas vivían en celdas pequeñas y sin libertad de esparcimiento. Las condiciones aquí llegaron a tal punto que en 2013 se llevó a cabo un motín para exigir mejores condiciones, agua potable, comida y servicios básicos a los que todos los presos tienen derecho. 

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Hoy quienes visitan las Islas pueden entrar a un ala de Laguna del Toro aunque con mucha precaución ya que en 2018 el huracán Willa dejó en muy malas condiciones este lugar. El espacio al que pueden acceder los turistas en Laguna del Toro se le da mantenimiento y se encuentra abierto a los turistas, ya que esta prisión es una parte fundamental de la historia de las islas como centros penitenciarios, nos comentó el capitán ​​Israel Monteres Cervantes, director de Gestión de Riesgo y Protección en las Islas. 

De cárcel a centro vacacional

Desde el año 2000 las Islas Marías son un Área Natural Protegida bajo la categoría de Reserva de la Biosfera y desde 2005 son reconocidas por la UNESCO cómo Patrimonio Natural de la Humanidad debido a su diversidad de flora y fauna. Entre las especies endémicas de la isla destacan el loro cabeza amarilla, así como el mapache y el conejo de las Islas Marías.

Debido a esto en 2018 comenzó el proceso de quitar las cárceles y convertir a las Islas Marías en un espacio de ecoturismo. Las pocas familias que quedaban salieron de la isla y quienes estaban cumpliendo una sentencia en las cárceles fueron trasladados a otros centros penitenciarios: las últimas 600 personas privadas de la libertad dejaron las islas en 2019. 

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El 16 de diciembre de 2022 se inauguraron las Islas Marías como destino turístico a cargo de la Marina. La prioridad de este centro vacacional es el cuidado de la biosfera, por lo que la actividad turística debe apegarse a las limitantes y condiciones que pone el Programa de Manejo Reserva de la Biosfera Islas Marías, nos explicó también el capitán ​​Israel Monteres Cervantes. 

Ecoturismo

Además de la Marina, está presente la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONAP), quienes se encargan de proteger flora y fauna en el lugar y de asegurarse que la actividad turística no dañe la biosfera en las islas. 

Debido a los estándares que el turismo debe cumplir en la isla para no tener un impacto negativo en el ambiente, todas las actividades en las islas están meticulosamente planeadas. 

Quienes visitan la isla se dividen en pequeños grupos a quienes se les asigna un itinerario que inicia desde las cinco de la mañana con senderismo y termina en la noche con actividades como mirar las estrellas. Si bien las personas pueden decidir no asistir a las actividades planeadas, no es posible que lo hagan en otros horarios o que repitan algo.

Solo hay una playa, pero es imposible visitarla fuera de las horas asignadas en el itinerario para todo el grupo. 

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Los paquetes van desde los $7,000 pesos hasta más de $9,000 pesos por persona dependiendo del puerto de salida, así como el hospedaje y transporte que se prefiera. Dependiendo de la época del año las visitas son entre tres y cuatro días. La comida se sirve en buffet tres veces al día y al igual que todas las actividades está incluída en el paquete. 

En la Isla no hay señal telefónica y la conexión a internet es mínima y solo es posible en ciertos puntos de la isla. Al interior del restaurante hay un pequeño bar que cierra a las 10:00 PM y es el único lugar que acepta pagos con tarjeta. Hay una pequeña tienda de abarrotes, una tienda de regalos y unos locales donde personas de pueblos originarios venden artesanías. 

Las Fuerzas Armadas y el turismo

Con excepción de los artesanos, algunos médicos y el personal de CONAP, todas las personas que trabajan y viven en la Isla son miembros de la Marina. Desde los guías de turista y las personas que cocinan, hasta los encargados de seguridad y los salvavidas en la playa, todos son Marinos. 

Esto es cada vez más normal en México: poco a poco la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA) ha ido absorbiendo más tareas entre las cuales destaca el turismo. Las Islas Marías como centro turístico han estado completamente bajo el mando de la Marina, lo cual hasta ahora, nos comentaron ellos mismos, ha funcionado.

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Este nuevo proyecto de ecoturismo tiene menos de un año operando, sin embargo, hay ya muchas críticas sobre el rol que las Fuerzas Armadas están asumiendo en todos los proyectos turísticos de la administración actual.

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