A 4 años de la Cuarta Transformación, la salud es una dolorosa deuda del gobierno con la ciudadanía

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La atención de la salud en México ha sido una deuda que los gobiernos han tenido con la ciudadanía desde hace mucho tiempo. Antes de que iniciara la administración de Andrés Manuel López Obrador ya se acusaban las terribles deficiencias y falta de presupuesto para este sector al que, al parecer, los gobiernos no terminan de darle la prioridad que tiene.

Tan sólo en el IMSS, hasta 2017 habían 17,808 consultorios para 63,480,327 personas, es decir, que a cada consultorio de medicina general le correspondía atender a 3,565 personas, como te contamos en esta nota. Una cifra claramente insuficiente.

Y por si fuera poco, los numerosos cambios que se han realizado en los cuatro años de este sexenio en las estructuras de los sistemas de salud, con la desaparición del Seguro Popular, la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y las modificaciones en los mecanismos para la compra de medicamentos, se vieron aún más entorpecidos debido a la pandemia por la COVID-19 que nos tomó totalmente desprevenidos.

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He aquí el balance de lo que se hizo bien, lo que se hizo mal y lo que seguiremos arrastrando por las decisiones que se tomaron.

Algo de lo bueno

  • Una propuesta clara con el Programa de Salud IMSS-Bienestar: El Programa de Salud IMSS-Bienestar que pretende dar atención y medicamentos gratuitos a las personas sin seguridad social está enfocado en cinco elementos estratégicos: mantenimiento y conservación de la infraestructura, equipamiento, contar con el personal médico y de enfermería, las convocatorias nacionales e internacionales, las residencias cortas y el abasto de medicamentos.

Este modelo, cuya implementación se frenó debido a la pandemia por la COVID-19, no sustituye al Insabi, sino a los sistemas de salud estatales. En 2022 se proyectó que el Plan de Salud se pondría en operación en Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Veracruz. 

En la primera fase del Programa de Salud IMSS-Bienestar, en 2022 se ejercen $11,958 millones en rehabilitación de infraestructura, equipamiento e instrumental en el Primer y Segundo Nivel de atención, con lo que se modificará la calidad de la atención médica de 20,000,000 de personas, según dijo el director del IMSS, Zoé Robledo.

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  • Inician pilotos de Menstruación Digna: en nueve estados de la República se aprobó la Ley de Menstruación Digna con la que se tienen que dar de manera gratuita productos de gestión menstrual en las escuelas y ya se iniciaron programas pilotos en Michoacán y Jalisco.
  • El gobierno destinó más recursos a Salud y recortó gasto a Pemex y CFE en 2021: la urgencia por evitar una peor crisis sanitaria por la COVID-19 o económica logró cambiar las preferencias de la actual administración en cuanto al gasto público para finales de 2020, por lo que se las empresas del Estado gastaron casi 12% menos de lo que tenían disponible.

En cambio, el gasto en la función presupuestaria de Salud -clasificación del gasto que incluye todos los recursos destinados a proveer servicios de salud- creció casi 3%, lo que significó que se destinaron $18,517 millones extra para esta finalidad.

Entre lo malo: gestión de la pandemia a la mexicana

  • No al cubrebocas, no a las vacunas, sí al Vick VapoRup: la desinformación reinó durante la pandemia por la COVID-19. El mismo Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, afirmó que el uso de cubrebocas no servía para proteger a la población del contagio de coronavirus u otras enfermedades infecciosas, aunque sí sirven para contener el virus en las personas que ya están enfermas. Luego tuvo que retractarse.

El presidente López Obrador se negó durante meses a reconocer la gravedad de la situación que vendría con la COVID-19 que al corte del 10 de diciembre de 2022 llevaba un acumulado de 7,156,730 casos confirmados, 22,035 activos y 330,667 defunciones por esta causa desde marzo de 2020.

Y para poner la cereza en el pastel, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, declaró en una comparecencia en la Cámara de Diputados en 2022 que él no vacuna a sus nietos, justo cuando la vacuna de Pfizer contra la COVID-19 para menores de 12 años llegaba a México.

Para abril de 2022, se registraron 4,801 defunciones confirmadas y 109 defunciones sospechosas por COVID-19. En la primera y segunda ola los estados con mayor número de defunciones fueron Ciudad de México y Estado de México.

En la tercera y cuarta ola Puebla y Jalisco fueron los estados con mayor número de defunciones del personal médico a causa de la COVID-19.

Falta de insumos, de capacitación, material de mala calidad, sobrepoblación hospitalaria, de equipamiento, entre otros, fueron las causas de la muerte de miles de médicos, enfermeros y enfermeras que atendían las áreas COVID de los hospitales en todo el país.

  • Ni Seguro Popular, ni Insabi: tras la desaparición del Seguro Popular vimos el rotundo fracaso del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) que trató, sin bases sólidas, de ocupar el lugar del seguro médico universal mexicano. 

Desde el inicio de su funcionamiento en enero de 2020, ni los pacientes y ni personal tenían claro cómo funcionaba, además se encontraron hospitales sin medicinas y con problemas de atención a los pacientes.

El resultado de esta improvisación hizo que entre 2018 y 2020, más de 15,000,000 de personas quedaron excluidas y la “carencia por acceso a la salud” se incrementó de 16% al 28% de la población, esto es de 20,100,000 a 35,700,000 de personas sin acceso a servicios de salud.

  • 2021, el peor año en desabasto de medicamentos: en 2019 se anunció el cambio del modelo de compra de medicamentos que ahora está a cargo de la Secretaría de Hacienda. Esta centralización junto con la falta de experiencia de los funcionarios a su cargo, generó retrasos en la adquisición de medicamentos que, a su vez, provocó desabasto de medicinas.

La falta de medicinas para tratamientos oncológicos, para la diabetes, hipertensión y las relacionadas con la salud mental son algunas de las que más reportadas, nos dijo Andrés Castañeda, coordinador del colectivo Cero Desabasto.

En 2019, las enfermedades no transmisibles (como la obesidad) fueron las cinco principales causas de muerte en México, con aumentos sustanciales en los 10 años anteriores.

Lo feo: buenas ideas, dudosa ejecución

Una de las peores partes de la política mexicana es que también se refleja en servicios tan básicos como el de la salud, que está plagado de buenas ideas, pero mala implementación, nos dijo Andrés Castañeda.

Y otra es que el último censo poblacional de 2020 realizado por el INEGI dejó claro que la ciudadanía no tiene un acceso efectivo a los servicios de salud, ya que si una persona no percibe o se siente con derecho a los servicios de salud, no los utiliza, nos dijo el entrevistado.

“Tenemos un sistema de salud regresivo, profundamente inequitativo donde el gobierno gasta 10, 15, 20 veces más en derechohabientes de Pemex, Sedena, Semar, comparados con derechohabientes del Insabi, del IMSS-Bienestar. Eso sigue siendo de los principales retos”, explicó Castañeda.
Mientras la salud se siga distribuyendo dependiendo de la “clase de ciudadano” que somos para los gobiernos, mucho más lejos estaremos de llegar a esa fantasía de servicios de salud universal y de calidad que nos prometen sexenio con sexenio. Y al parecer, este no es la excepción.

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